El oro se dispara: los inversores buscan seguridad en medio de la tensión geopolítica
Los precios del oro avanzaron un 1,23 % este jueves hasta los 4.148,74 dólares la onza ante la tensión geopolítica, con sanciones de Unión Europea y Rusia en el foco, y el presidente Donald Trump advirtiendo a Israel que podría perder el apoyo de Washington si anexa la Cisjordania. Al mismo tiempo, la plata, el platino y el paladio también ganaron terreno.
La vuelta al verde del mercado de los metales preciosos refleja un escenario en el que los inversores buscan coberturas ante un entorno internacional cada vez más inestable. Este jueves, el oro subió 1,23 % hasta 4.148,74 dólares la onza, mientras la plata avanzó un 1,73 % hasta 49,35 dólares, el platino se disparó un 3,98 % hasta 1.660,33 dólares y el paladio ganó un 2,02 % hasta 1.451,57 dólares.
La clave está en los factores geopolíticos que están impulsando la demanda por activos refugio. Por un lado, las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a Rusia han alterado expectativas de suministro, comercio y riesgo global. Por otro lado, las advertencias del presidente Trump hacia Israel sobre una potencial anexión de Cisjordania generan inquietud sobre la estabilidad en Oriente Medio.
Pero, ¿por qué responde así el oro ante estas noticias?
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El oro es considerado un refugio tradicional en tiempos de incertidumbre: cuando la política internacional se complica, los inversores tienden a migrar hacia activos “seguros”.
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La sincronización del oro con eventos geopolíticos es comprobada: subidas de entre el 1 % y el 3 % en las primeras 24–48 h tras tensiones internacionales es algo habitual.
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Además, otros elementos como la debilidad del dólar, las expectativas sobre los tipos de interés y la acumulación de oro por parte de bancos centrales suman combustible al movimiento alcista.
Este escenario también plantea una lectura estratégica para inversores y empresas:
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Para quien invierte en materias primas o en metales preciosos, esta correlación geopolítica-oro dibuja una ruta de entrada cuando el riesgo global se dispara.
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Para los que no operan directamente con metales, pero sí con activos que pueden verse afectados por tensiones internacionales (como energía, defensa, materias primas críticas), el alza del oro puede ser un anticipo de tiempos más volátiles.
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En el plano corporativo, las empresas con sensibilidad al riesgo global o con cadenas de suministro transnacionales quizá deban revisar su exposición al riesgo geopolítico, puesto que los mercados reaccionan rápido y a menudo de forma contundente.
Quedan, sin embargo, algunos factores a tener en cuenta: el alza del oro en entornos tensos no garantiza una subida sostenida indefinida, pues si la tensión se disipa o se observa un acuerdo diplomático, puede producirse toma de beneficios o retorno a activos más convencionales.
En definitiva, el reciente repunte del oro es más que una reacción técnica: es un termómetro del riesgo global. Y en un mundo donde las sanciones, los conflictos y las tensiones diplomáticas vuelven a estar al alza, el metal dorado recobra su papel como activo de «seguridad». Los que quieran anticiparse podrían verlo como un aviso para ajustar sus carteras o estrategias de riesgo.
