"El oro llegará a los 10.000 dolares", Gustavo Martínez
La escalada del oro vuelve a ocupar el centro del debate económico. En una conversación con José Vizner, el economista Gustavo Martínez aseguró que el metal precioso podría alcanzar los 10.000 dólares por onza en los próximos cinco años, en un contexto de inflación persistente, déficits estructurales insostenibles y creciente desconfianza hacia el dólar.
Martínez recordó que el oro ya se encuentra en máximos históricos frente al dólar y el euro, y descartó que la divisa europea pueda convertirse en un activo refugio alternativo. “Decir que el euro se está apreciando y que puede sustituir al dólar como refugio es una falacia. Europa produce menos, con menor diversificación y con una deuda de peor calidad que la de Estados Unidos”, afirmó.
El analista explicó que el repunte reciente del euro frente al dólar se debe, más que a una fortaleza propia, a factores coyunturales: el proteccionismo estadounidense, que favorece un dólar más débil, y la búsqueda de oportunidades en unos índices europeos relativamente baratos frente a los múltiplos excesivos del mercado norteamericano. Sin embargo, no prevé una estabilidad duradera en niveles de 1,25 o 1,30 para el cruce euro-dólar.
Lo que sí ve como una tendencia sólida es la desconfianza hacia la deuda soberana. “Estados Unidos recauda 4,5 billones y gasta 6,6. El déficit estructural es de 2 billones. Y lo más grave es que no se puede recortar el gasto, porque las partidas fundamentales son intocables. La única válvula de escape es trasladar los intereses de la deuda hacia el largo plazo de la curva. Eso no resuelve el problema, solo lo aplaza”, advirtió.
En ese escenario, Martínez subrayó que el oro se convierte en el refugio natural. “La inflación que viene por el lado monetario es brutal. La incertidumbre es tal que el ser humano buscará protegerse con lo único que ha demostrado históricamente su valor: el oro. Por eso digo que no tiene techo. Mi tesis es que veremos 10.000 dólares la onza”, señaló.
El economista comparó la situación actual con la década de 1970, cuando un entorno de estanflación llevó a inflaciones del 14% y disparó la cotización del oro. “Hoy vemos un paralelismo claro con aquel ciclo”, apuntó.
Sobre el papel de Bitcoin como alternativa, Martínez fue tajante: “No hay sustituto. Bitcoin puede tener recorrido, pero en un escenario de incertidumbre monetaria nadie va a arriesgar su patrimonio en experimentos. El oro ya ha sido testeado por el mercado y es completamente descentralizado, no depende de cadenas de blockchain ni de que el público comprenda complejas tesis tecnológicas. Su ventaja competitiva es que es físico y universal”.
Con esta visión, el analista reafirma su convicción de que el oro seguirá siendo el activo refugio por excelencia en los próximos años. Y advierte: el impacto de esta dinámica se dejará sentir en la clase media, que será la más golpeada por el coste de la deuda y la inflación.
