La plata rompe su máximo histórico y se dispara por encima de 55 dólares ante el esperado recorte de tipos de la Fed
La plata ha alcanzado un nuevo máximo histórico este viernes al superar la barrera de los 55 dólares por onza, con una subida superior al 3% tras la reanudación de la negociación en el CME y en plena apuesta del mercado por un recorte de tipos de la Reserva Federal en diciembre. El movimiento llega en paralelo al rally del oro y confirma el renovado apetito de los inversores por los metales preciosos como refugio en un entorno de tipos a la baja.
Un rally histórico: la plata supera los 55 dólares
La sesión del viernes ha dejado una imagen para el recuerdo en los mercados de materias primas: la plata ha marcado un nuevo máximo histórico, al superar los 55 dólares por onza por primera vez. A las 9:45 de la mañana en Nueva York, el metal avanzaba en torno a un 3,02%, hasta los 55,01 dólares por onza, consolidando un salto en precio que pone el foco sobre todo el complejo de metales preciosos.
El movimiento se produce en un contexto en el que el oro también venía de anotarse subidas superiores al 1%, apoyado en la misma narrativa: un mercado que empieza a descontar el fin del ciclo de endurecimiento monetario y la posibilidad real de que la Reserva Federal mueva ficha en su reunión de diciembre.
La Fed y el regreso del apetito por activos refugio
El motor de fondo del rally de la plata es la expectativa de un recorte de tipos de interés por parte de la Fed en diciembre. A medida que crece la percepción de que el banco central estadounidense podría aliviar su política monetaria, los inversores empiezan a reposicionar sus carteras hacia activos que históricamente se benefician de tipos más bajos.
En este escenario, la plata juega un doble papel: por un lado, actúa como activo refugio, al igual que el oro; por otro, tiene un fuerte componente industrial, ligado a sectores como la electrónica, la energía solar y las tecnologías avanzadas. Esa combinación hace que, cuando mejora el sentimiento de riesgo y a la vez se abarata el coste del dinero, el potencial de revalorización sea especialmente acusado.
La caída esperada de los rendimientos reales de la deuda reduce el coste de oportunidad de mantener metales que no ofrecen cupón. Al mismo tiempo, un entorno monetario más laxo suele ir asociado a expectativas de mayor actividad económica, lo que refuerza la demanda industrial de plata.
Del apagón del CME al estallido alcista
El nuevo máximo histórico de la plata llega justo después de que CME Group reanudara la negociación, tras un apagón provocado por un fallo en el sistema de refrigeración de su centro de datos, que afectó a futuros, commodities, divisas y otros mercados.
La vuelta a la normalidad en una de las principales plataformas globales de derivados ha coincidido con una rápida recomposición de posiciones, tanto en oro como en plata. Muchos operadores han aprovechado la reapertura para ajustar coberturas, cerrar cortos y aumentar exposición a metales preciosos en un entorno de menor liquidez por el horario reducido de Wall Street tras el festivo de Acción de Gracias.
El resultado ha sido una aceleración de los movimientos alcistas, especialmente visible en la plata, donde el cruce del nivel psicológico de los 55 dólares ha actuado como detonante técnico, atrayendo nuevas compras algorítmicas y de inversores minoristas.
¿Qué puede venir ahora para la plata?
Con la plata en máximos históricos, la gran pregunta es si este movimiento es el inicio de un tramo alcista sostenido o un episodio puntual de exuberancia impulsado por factores técnicos y expectativas quizá demasiado optimistas sobre la velocidad del giro de la Fed.
A corto plazo, es razonable esperar:
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Mayor volatilidad, con posibles correcciones bruscas tras un salto tan vertical.
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Un mercado muy pendiente de cualquier mensaje de la Reserva Federal que matice o confirme las apuestas de recorte de tipos.
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Y un seguimiento estrecho de los datos macro —crecimiento, inflación y actividad industrial— que puedan respaldar la narrativa de mayor demanda física de plata.
Para los inversores, la señal es clara: el mercado de metales preciosos ha vuelto al centro del escenario. La combinación de política monetaria más suave, tensiones geopolíticas y transición energética está dibujando un contexto en el que la plata podría seguir jugando un papel protagonista… siempre con el recordatorio de que los máximos históricos suelen venir acompañados de giros igualmente rápidos cuando cambia el tono del mercado.
