La producción industrial italiana crece un 2,8% en septiembre y supera las previsiones
La producción industrial de Italia registró en septiembre un aumento del 2,8% respecto a agosto, según datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (Istat). El repunte, superior a las previsiones del mercado, sugiere una recuperación gradual del sector manufacturero, que había mostrado signos de debilidad en la primera mitad del año. En términos interanuales, la producción creció un 1,5%, impulsada por la mejora en bienes de consumo y manufacturas intermedias.
El nuevo informe de Istat confirma un mes de septiembre positivo para la industria italiana, que vuelve a registrar tasas de crecimiento significativas tras varios meses de estancamiento. En términos mensuales, la producción industrial avanzó un 2,8%, un incremento notable si se compara con la caída del 0,4% registrada en agosto. En la comparación interanual, el crecimiento del 1,5% marca el mejor dato desde principios de 2024.
El avance se explica principalmente por la mejora en los bienes de consumo duradero y no duradero, sectores que muestran una recuperación impulsada por la demanda interna. Por el contrario, los bienes de capital —que suelen reflejar la inversión empresarial— experimentaron una ligera caída del 0,3%, mientras que la producción de energía retrocedió un 0,1%, afectada por un descenso en el consumo eléctrico y gasístico en el último trimestre.
Los economistas interpretan estos datos como una señal alentadora de que la industria italiana podría estar saliendo de la fase de debilidad en la que se encontraba desde el año pasado, cuando la inflación y la subida de los tipos de interés golpearon con fuerza la demanda interna y la confianza empresarial. “El crecimiento del 2,8% mensual es una sorpresa positiva que sugiere que el sector manufacturero está empezando a estabilizarse”, señaló Carlo Bianchi, analista de UniCredit Research. “Aun así, el entorno global sigue siendo incierto y será clave ver si esta tendencia se mantiene en el cuarto trimestre”.
El informe de Istat desglosa que las ramas que más contribuyeron al crecimiento fueron la fabricación de vehículos de motor, los productos farmacéuticos y la industria alimentaria, tres sectores que mostraron un aumento de producción superior al promedio nacional. Por el contrario, las actividades relacionadas con maquinaria y equipos eléctricos se mantuvieron prácticamente sin cambios, reflejando un comportamiento más cauteloso de la inversión empresarial.
En el contexto europeo, Italia se sitúa en la parte media del grupo. Mientras Alemania aún muestra señales mixtas con un avance marginal del 0,2% en su última medición, España registró un crecimiento del 1,9% en septiembre y Francia un 1,3%. El repunte italiano, por tanto, posiciona al país en una trayectoria más sólida dentro del conjunto de la eurozona, aunque los analistas advierten que el crecimiento sigue siendo frágil y depende de factores externos como la evolución de los precios energéticos y la demanda global.
El Ministerio de Economía italiano celebró los datos y los interpretó como una validación de las políticas industriales implementadas en los últimos meses, especialmente los incentivos fiscales para la digitalización y la transición verde de las empresas. “Los resultados del informe de septiembre muestran que el tejido industrial italiano mantiene su capacidad de resiliencia”, destacó el ministerio en un comunicado. “Nuestro objetivo es consolidar este crecimiento mediante inversiones estratégicas y apoyo a la innovación tecnológica”.
Sin embargo, algunos expertos advierten que el incremento podría ser coyuntural y que persisten desafíos estructurales. La elevada deuda pública, el aumento de los costes de producción y la ralentización del comercio internacional podrían limitar el potencial de crecimiento en los próximos meses. Según un informe de Confindustria, la principal patronal italiana, la confianza empresarial “sigue contenida” y muchas compañías mantienen una actitud prudente en la contratación y la inversión.
Aun así, el repunte de septiembre ha generado optimismo moderado en los mercados financieros. La bolsa de Milán registró ligeras subidas tras conocerse la noticia, con los valores industriales liderando los avances. Los inversores esperan ahora los próximos datos del PIB del tercer trimestre, que podrían confirmar si la economía italiana retoma una senda de crecimiento más sostenido tras el freno observado a mediados de año.