Los mercados reaccionan con cautela tras el acuerdo para reabrir el gobierno estadounidense

Wall Street abre con caídas tras el fin del cierre del gobierno en EE. UU.

Los futuros de las acciones estadounidenses registraron descensos moderados en la sesión previa a la apertura del martes, después de que el Senado de Estados Unidos aprobara una medida de financiación destinada a reabrir el gobierno federal, poniendo fin al cierre más largo en la historia del país. Los inversores reaccionaron con prudencia ante la incertidumbre sobre el impacto económico que dejará el parón administrativo.

UN SPLASH  /THOMASHABR​​​​​​​​​​​​​​​
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A las 6:35 a. m. ET, el promedio industrial Dow Jones se mantenía prácticamente sin cambios, mientras que el Nasdaq 100 caía un 0,35 % y el S&P 500 retrocedía un 0,21 %, reflejando la cautela de los mercados tras semanas de tensiones políticas en Washington. Por su parte, el euro permanecía estable frente al dólar estadounidense, cotizando a 1,1566 dólares a las 6:38 a. m. ET.

El acuerdo aprobado en el Senado —tras intensas negociaciones entre demócratas y republicanos— permitirá reanudar temporalmente las operaciones gubernamentales mientras continúan las conversaciones sobre el presupuesto a largo plazo. La medida llega después de que el cierre parcial afectara a cientos de miles de empleados públicos y generara retrasos en áreas clave como la seguridad aérea, los pagos federales y las inspecciones de alimentos.

A pesar del alivio político que supone el fin del cierre, los analistas advierten que el daño económico podría tardar en revertirse. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) ha estimado que el parón restará al menos 0,2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB del primer trimestre, aunque parte del impacto podría recuperarse en los meses siguientes.

“Los mercados esperaban el acuerdo, pero el sentimiento general sigue siendo de prudencia”, explicó Michael Hewson, analista jefe de CMC Markets. “El cierre ha afectado la confianza del consumidor y la inversión pública, y muchos temen que las tensiones políticas puedan repetirse en el corto plazo si no se alcanza un consenso duradero sobre el techo de gasto”.

Los inversores también se mantienen atentos a los próximos datos macroeconómicos, especialmente las cifras de empleo y los índices de confianza empresarial, que ofrecerán una visión más clara del impacto del cierre en la actividad económica. Además, los operadores siguen evaluando el posible retraso en las decisiones de la Reserva Federal, que podría optar por mantener una postura más cautelosa mientras se restablece la estabilidad institucional.

El sector tecnológico fue uno de los más afectados en las operaciones previas a la apertura. Empresas como Nvidia, Tesla y Amazon registraron descensos ligeros, reflejando la volatilidad generalizada en los valores de crecimiento. En contraste, las compañías vinculadas a la infraestructura y los servicios públicos mostraron un desempeño más estable, impulsadas por la expectativa de un aumento del gasto federal en los próximos meses.

En el mercado de divisas, la estabilidad del euro frente al dólar sugiere que los inversores internacionales mantienen su confianza relativa en la economía estadounidense, aunque el rendimiento de los bonos del Tesoro a diez años se moderó ligeramente hasta el 4,37 %, señal de una mayor preferencia por activos de bajo riesgo.

El cierre del gobierno —que se extendió por más de 30 días— dejó al descubierto la fragilidad política de Washington y su potencial impacto sobre la economía global. Si bien la medida aprobada ofrece un respiro, los analistas consideran que la incertidumbre sobre futuras negociaciones fiscales podría volver a presionar a los mercados antes de fin de año.

“El acuerdo representa una pausa, no una solución”, advirtió Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. “Los inversores necesitan ver estabilidad a medio plazo para recuperar plenamente la confianza, especialmente en un contexto en el que la inflación sigue moderándose y la Reserva Federal evalúa el momento adecuado para ajustar los tipos”.

A corto plazo, los expertos prevén que la volatilidad persista, aunque la reapertura del gobierno permitirá reactivar proyectos federales y pagos pendientes, lo que podría suavizar la desaceleración económica observada en enero. Los próximos informes de resultados empresariales y la evolución del consumo en febrero serán determinantes para medir el pulso de la recuperación.

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