Wall Street y Dow Jones avanza mientras los datos mantienen vivo el recorte de tipos de la Fed
Wall Street cerró el viernes con subidas moderadas, pero suficientes para encadenar su segunda semana al alza y dejar a los índices a tiro de máximos históricos. El motor del día volvió a ser el mismo de las últimas sesiones: la expectativa, cada vez más asentada, de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés la próxima semana.
Al cierre, el Dow Jones subió en torno a un 0,35%, el S&P 500 un 0,24% y el Nasdaq, de fuerte componente tecnológico, un 0,25%. Los tres índices se mantienen ya a menos de un 1% de sus récords, mientras los inversores siguen reposicionándose para un escenario de dinero algo más barato en 2026.
Datos que dan aire a la Fed… sin asustar a nadie
Las cifras macroeconómicas ayudaron a mantener el guion intacto:
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El gasto de los consumidores en EE. UU., que supone más de dos tercios de la actividad económica, subió un 0,3% en septiembre, en línea con lo esperado y algo menos que el mes anterior tras revisión.
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El índice de precios PCE, la referencia favorita de la Fed para medir la inflación, avanzó un 0,3% mensual y un 2,8% interanual, también exactamente en línea con las previsiones.
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El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan repuntó hasta 53,3 puntos, por encima del 52 previsto.
Nada de sorpresas alcistas en inflación, cierto freno respecto a meses anteriores y un consumidor que aguanta: la combinación perfecta para que el mercado siga apostando por recortes. Según los futuros de tipos, los inversores descuentan ya con algo más de un 87% de probabilidad un recorte de 25 puntos básicos en la reunión de este mes, pese a que se espera un número inusualmente alto de votos disidentes dentro de la Fed.
“Al mercado le encantan los recortes de tipos”, resumía un gestor citado por la prensa estadounidense. “Ayudan a la vivienda, a la inversión empresarial y, sobre todo, al coste de financiación de las grandes compañías”.
Warner Bros vuela con la compra de Netflix y Ulta Beauty se dispara
En el frente corporativo, la estrella del día fue Warner Bros Discovery. Sus acciones se dispararon alrededor de un 5–6% después de que Netflix acordara comprar sus estudios de cine, televisión y la división de streaming por 72.000 millones de dólares, poniendo fin a una puja que llevaba semanas presionando al sector.
La cara B se la llevó la propia Netflix, que cayó cerca de un 3% ante el enorme desembolso anunciado, y Paramount Skydance, otro de los pretendientes, que se dejó más de un 8%.
Otra gran protagonista de la sesión fue Ulta Beauty, que se disparó en torno a un 13% tras elevar sus previsiones de ventas y beneficios anuales. En un entorno de tipos aún elevados y consumo selectivo, el mercado premió la capacidad de la cadena para seguir creciendo en el segmento de belleza, uno de los más resistentes dentro del consumo.
Por sectores, comunicaciones fue el mejor del S&P 500, con subidas cercanas al 0,8%, apoyado por grandes nombres del entretenimiento y las plataformas digitales. En el lado débil, sanidad cedió alrededor de un 0,3% tras la decisión de un panel de expertos de retirar la recomendación histórica de vacunar a todos los recién nacidos contra la hepatitis B en EE. UU.
También destacó el comportamiento del índice Russell 2000 de pequeñas compañías, que avanzó alrededor de un 1% en la semana, superando al S&P 500. Es una señal clara de que los inversores empiezan a rotar hacia valores más sensibles a los recortes de tipos y a la economía doméstica.
SentinelOne se hunde pese a batir previsiones
No todo fueron alegrías en bolsa. SentinelOne, especializada en ciberseguridad con IA, cayó alrededor de un 13% en la sesión después de presentar resultados. La paradoja: la compañía batió las expectativas del mercado en el tercer trimestre, con unos ingresos de 258,9 millones de dólares y un beneficio ajustado por acción de 0,07 dólares, mejor de lo previsto.
El problema estuvo en el mensaje hacia adelante. La guía para el próximo trimestre fue ligeramente más débil de lo que esperaba el consenso: 271 millones de dólares de ingresos, por debajo de los 273,2 millones que descontaban los analistas. Una diferencia mínima en números absolutos, pero suficiente para que un mercado muy sensible a cualquier señal de desaceleración castigara con fuerza la acción.
En un valor volátil como SentinelOne, donde los movimientos diarios superiores al 5% no son raros, el desplome de doble dígito refleja un cambio brusco en la percepción del crecimiento futuro. La compañía acumula ya una caída superior al 35% en lo que va de año y cotiza más de un 40% por debajo de sus máximos de 52 semanas. Quien invirtió 1.000 dólares en la salida a bolsa de 2021 tendría hoy, aproximadamente, un tercio de ese capital.
Los analistas recuerdan que estos desplomes a menudo generan oportunidades en compañías sólidas castigadas por expectativas demasiado exigentes, pero también avisan: en un entorno donde el mercado vuelve a mirar de reojo a los tipos y a la desaceleración del crecimiento, cualquier señal de menor tracción se paga cara, especialmente en tecnológicas de alto perfil.
Por ahora, Wall Street prefiere mirar el vaso medio lleno: la Fed parece dispuesta a empezar el ciclo de bajadas, los datos acompañan y los índices siguen a un paso de sus máximos. Pero debajo de la superficie, la selección de valores importa más que nunca.
