Influencers, ¿en declive? Y Bitcoin, ¿ATH? TechTalks
Del banner al vínculo: cómo se construye confianza hoy
Para Barreda, el influencer es “un canal básico de confianza”. Su fortaleza nace en casa, con producción propia y una relación directa con su audiencia. El error clásico de las marcas fue tratarlos como “otro soporte publicitario”, cuando la eficacia depende de integraciones orgánicas que respeten tono, formato y comunidad del creador.
Macro, micro y nano: hay espacio (y objetivos) para todos
España es terreno fértil: abundan creadores de nicho junto a perfiles masivos. ¿Cómo elegir? Con objetivos claros: si buscas alcance, un gran talento acelera awareness; si necesitas credibilidad granular o testeo, los micro y nano activan audiencias muy afinadas a menor coste por conversación relevante.
Caso de creatividad efectiva
Una campaña citada en el programa apoyó su idea en un insight poderoso y una creadora idónea: la pieza fue tan orgánica que saltó de lo digital a los medios generalistas. Lección: cuando el contenido nace del ADN del creador —y no de un briefing encorsetado—, la confianza se transfiere a marca.
Web3 y cripto: autoridad > masas
En blockchain/cripto, el tamaño de la audiencia importa menos que su autoridad. Cáceres subraya que, tras los excesos del bull run 2021–2022, la madurez del sector y la regulación han traído más due diligence: las marcas revisan historiales, los creadores cuidan qué promocionan y las comunidades detectan rápido lo dudoso. La confianza se construye con tiempo, coherencia y transparencia.
Formatos que funcionan (y para qué sirve cada uno)
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Vídeo corto (Reels/Shorts/TikTok): el mejor acelerador de viralidad y awareness. Sirve para abrir el embudo.
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YouTube (medio/largo): el rey de la conversión. Audiencias fieles, tiempo de exposición, integración profunda de producto.
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Podcast: excelente para performance sostenida en categorías de consideración larga (finanzas, tecnología, B2B). Repetir mensaje por temporadas compone resultados.
Regla de oro: los shorts deben empujar al contenido largo. Si el vídeo de 40–45 minutos aporta valor real, el usuario se fideliza: vuelve cada semana sin necesidad de perseguirlo con clips.
Presupuestos, madurez y un error que se repite
El influencer marketing en España ronda los 150 millones de euros y crece a doble dígito. Grandes grupos de gran consumo ya invierten más aquí que en otros medios. ¿El tropiezo más frecuente? Desalinear objetivos y estrategia: pedir ventas a una activación pensada para notoriedad. La medición existe, pero hay que definir KPIs acordes (alcance, recuerdo, leads, atribución por código/enlace, lift de búsquedas, etc.).
Tiempo real y tensión buena
La industria vive “en directo”: tendencias que caducan en horas, creadores que explotan de la noche a la mañana y campañas que deben salir “hoy” para tener sentido. Exige equipos ágiles, procesos de aprobación cortos y marcos de marca claros para no frenar la oportunidad.
Cuando entra la tecnología (y el dinero serio)
Más allá del marketing, la conversación tocó un punto caliente: nuevos usos financieros de la tecnología, desde la tokenización de acciones hasta tesorerías corporativas con bitcoin. El denominador común es la confianza: buenas custodias, políticas de riesgo y, sobre todo, comunicación transparente a socios y equipos. Igual que con los influencers, no basta el hype: manda el gobierno del dato y la reputación.
7 claves accionables para tu próxima campaña
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Empieza por el objetivo (awareness, consideración, performance) y elige formato/creador en consecuencia.
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Co-crea: briefing con límites claros, pero libertad para que el creador sea él mismo.
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Embudo completo: shorts para descubrir, YouTube/podcast para convertir y fidelizar.
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Due diligence: revisa histórico del talento (especialmente en cripto/finanzas).
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Medición en serio: códigos, enlaces, view-through, brand lift y MMM cuando sea posible.
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Plan “tiempo real”: define quién aprueba en horas, no en días.
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Piensa en series, no en disparos: la repetición planificada gana a la campaña de un solo post.