Del iPhone 2G al iPhone 17 Pro Max: 18 años después, la magia de Apple se perdió entre megapíxeles, marketing y precios desorbitados
Del iPhone 2G al iPhone 17 Pro Max, la magia de Apple parece diluirse entre megapíxeles, marketing agresivo y precios que suben sin parar descubre por qué el encanto se perdió y qué significa para los fans de la manzana
Han pasado 18 años desde que Steve Jobs subió al escenario del Moscone Center en San Francisco para presentar al mundo un dispositivo que lo cambiaría todo: el primer iPhone. Corría enero de 2007 y el teléfono de Apple prometía unir tres cosas en una: un teléfono, un iPod con pantalla táctil y un navegador de internet revolucionario. En ese momento pocos imaginaban que estaban presenciando el inicio de una nueva era tecnológica, una que alteraría para siempre la forma en que las personas se comunican, trabajan y viven.
Hoy, en 2025, los usuarios celebran ese legado con una comparación que ha desatado nostalgia y debate en la comunidad de Reddit. Una publicación viral en el foro r/iPhone mostraba el iPhone original (conocido popularmente como iPhone 2G) junto al nuevo iPhone 17 Pro Max, resaltando las enormes diferencias y las similitudes entre ambos dispositivos. “Me dieron este iPhone 2G en 2012, y todavía lo tengo guardado. Es una locura pensar que estos dos teléfonos tienen casi 18 años de diferencia”, escribía el autor.
El contraste es abrumador: del cuerpo de aluminio y plástico del modelo original al diseño de vidrio y titanio del iPhone 17 Pro Max; de una pantalla de 3,5 pulgadas a una de casi 7; de 8 GB de almacenamiento total a 1 TB; de una cámara de 2 megapíxeles a un sistema fotográfico con sensores múltiples, inteligencia artificial y capacidades de grabación en 8K. Pero lo que más impacta no es la evolución técnica, sino la continuidad estética y filosófica. A pesar de los saltos tecnológicos, ambos dispositivos mantienen esa esencia minimalista y limpia que ha definido a Apple desde su origen.
Entre los comentarios más destacados del hilo, varios usuarios reflexionan sobre cómo el iPhone original marcó un antes y un después en la historia moderna. “Steve nunca imaginó que su invento, el mismo que lo devolvió a Apple, tendría un impacto tan enorme en el mundo”, escribió un usuario. “El iPhone no solo fue un éxito comercial; creó un ecosistema completo, redefinió lo que un smartphone podía ser y cambió el rumbo del internet móvil y las redes sociales”.
Otros participantes del debate aprovecharon para aclarar un detalle histórico que suele generar confusión. Aunque muchos llaman al modelo original “iPhone 2G” —en referencia a la red GSM que utilizaba—, en realidad su nombre oficial fue simplemente “iPhone”, sin numeración alguna. El término “2G” se popularizó después, de forma no oficial, para diferenciarlo del iPhone 3G, lanzado un año más tarde. Como señaló un comentarista: “Es como cuando la gente llama al primer Apple Watch ‘Serie 0’. No es el nombre correcto, pero todos lo entienden así”.
Más allá de la anécdota, la conversación tomó un tono casi filosófico. Algunos compararon el impacto del iPhone con descubrimientos históricos, aludiendo incluso a Oppenheimer y su relación con la bomba atómica. Otros lo hicieron desde el humor: “Es como si Apple hubiera hecho crecer el iPhone al mismo ritmo que envejecemos, para que el tamaño coincida con el zoom que necesitamos usar”, bromeó un usuario.
Entre los nostálgicos, surgió un deseo recurrente: el de volver al tamaño compacto del iPhone 4S o el 13 Mini, pero con tecnología moderna. “Dame un iPhone pequeño, con cámara de última generación y buena batería. No necesito una pantalla gigante para ser feliz”, comentaba otro. Es un reflejo de cómo, pese a la sofisticación de los modelos actuales, muchos usuarios siguen valorando la simplicidad que caracterizaba a los primeros diseños.
Uno de los aportes más poéticos del debate vino de un usuario que reflexionó sobre el legado de Steve Jobs: “Al poner el iPhone original junto al 17 Pro Max, te das cuenta de hasta qué punto ha evolucionado la tecnología. Pero lo más asombroso es que el ADN de ese primer dispositivo sigue vivo en cada nuevo modelo. Steve no solo creó un gadget, creó una revolución”.
En medio de la nostalgia, también hubo espacio para destacar la evolución del ecosistema alrededor del iPhone. Empresas como iCoola, mencionada por un usuario, se dedican hoy a reacondicionar y revender iPhones antiguos, incluso plantando un árbol por cada unidad vendida. Una iniciativa que encarna la filosofía de sostenibilidad que Apple ha tratado de reforzar en los últimos años.
La publicación, que acumula cientos de comentarios, se ha convertido en una cápsula del tiempo colectiva. Refleja cómo el iPhone pasó de ser un símbolo de lujo y modernidad en 2007 a convertirse en una herramienta cotidiana esencial para miles de millones de personas. Y aunque la evolución tecnológica es evidente, lo que más resuena en los usuarios es la continuidad emocional: esa sensación de que, pese a los cambios, el espíritu original del producto sigue intacto.
Mirar el iPhone 2G junto al 17 Pro Max no solo muestra una diferencia de tamaño o potencia. Es mirar 18 años de historia condensados en dos objetos que representan cómo la tecnología, cuando está bien pensada, puede trascender generaciones. En una era dominada por la inteligencia artificial y los avances vertiginosos, el iPhone sigue siendo el símbolo de la revolución tecnológica más influyente del siglo XXI.
Al final, este debate no es solo sobre dos teléfonos, sino sobre la evolución del ser humano conectado: de la curiosidad inicial por tocar una pantalla a vivir literalmente dentro de ella. Y todo comenzó, hace 18 años, con un simple gesto de Steve Jobs diciendo: “Hoy, Apple va a reinventar el teléfono.”