“El mayor bonus de la historia”: Juan Antonio Muñoz-Gallego analiza la ambición de Musk y el desafío ético de su revolución robótica
“Elon Musk quiere hacer grande a Tesla”, afirmó Juan Antonio Muñoz-Gallego al inicio de su intervención, aludiendo al apoyo masivo que el empresario ha recibido de sus inversores. Sin embargo, el reto no es menor: el plan, bautizado por Musk como Magnus Bonus, plantea multiplicar por 24 los beneficios de Tesla, elevar su capitalización a 8,5 billones de dólares y producir 20 millones de vehículos eléctricos, además de un millón de robotaxis y robots humanoides Optimus.
“Estamos hablando de objetivos prácticamente imposibles —apuntó Muñoz-Gallego—, sobre todo cuando las ventas de vehículos eléctricos están estancadas y falta mucha regulación para desplegar flotas de robotaxis o robots autónomos en las calles”.
“Elon Musk se lleva el mayor bonus de la historia: ¿genio visionario o emperador del nuevo imperio tecnológico?”
— Negocios TV (@negocios_tv) November 7, 2025
Juan Antonio Muñoz-Gallego Fundador Skiller Academy pic.twitter.com/uqlpENCcA4
Un paquete que redefine el poder corporativo
El analista destacó que el Magnus Bonus no solo premia resultados, sino que podría otorgar a Musk más del 25% del control accionario de Tesla, consolidando un poder sin precedentes en una sola figura. “Tesla no quiere perder a Musk. Le están dando todo el poder porque confían en que su visión siga guiando la compañía. Pero también hay un debate sobre transparencia: no está claro cómo se medirán esos objetivos ni quién los auditará”, subrayó.
Además, recordó que iniciativas similares de Musk ya enfrentaron cuestionamientos judiciales en el pasado por falta de claridad en la rendición de cuentas. “Si logra cumplirlo, muchos otros líderes tecnológicos pedirán lo mismo”, añadió, anticipando un posible efecto dominó en la gobernanza corporativa.
Robots, IA y el dilema del progreso
Durante la conversación, Muñoz Gallego también abordó el punto más futurista —y polémico— del plan: la creación de un “ejército de robots humanoides” bajo la marca Optimus. Musk ha prometido que esta tecnología podría erradicar la pobreza mediante la automatización del trabajo, pero el fundador de Skiller Academy pidió cautela: “Estamos ante un salto tecnológico enorme, pero también ante dilemas éticos profundos. No se trata solo de lo que la tecnología puede hacer, sino de cómo se usa y quién la controla”.
El experto enfatizó que la regulación siempre llega tarde respecto al avance tecnológico. “La sociedad aún no es consciente del alcance de estas tecnologías. Hablamos de gafas que graban todo, de IA que recopila datos personales… y pronto de robots que convivirán con nosotros. No hay marcos internacionales sólidos para limitar su uso o garantizar su seguridad.”
¿Revolución o burbuja tecnológica?
Preguntado sobre si estamos ante una nueva era industrial o una burbuja impulsada por una narrativa de ciencia ficción, Muñoz Gallego fue claro: “En los últimos dos años estamos viviendo una verdadera revolución tecnológica. Es cierto que hay una parte de burbuja, que algunas promesas están infladas, pero también hay avances que se quedarán y transformarán nuestro día a día para siempre”.
Cerró su intervención con una reflexión que resume el debate de fondo: “La tecnología siempre nos ha ayudado a evolucionar. Pero debemos asegurarnos de que el progreso no nos haga olvidar la parte humana”.
