Bélgica sospecha de Rusia en las recientes incursiones con drones en su espacio aéreo

Las autoridades de seguridad de Bélgica han revelado este miércoles que los recientes incidentes de incursiones de drones sobre bases militares y aeropuertos en el país pueden estar vinculados con un actor estatal, y según las primeras investigaciones, el responsable más probable sería Rusia. Esta información fue confirmada por el ministro de Defensa, Theo Francken, quien subrayó que los drones avistados no eran de tipo amateur. En lugar de ser simples artefactos, los drones en cuestión parecían estar operados de manera organizada, lo que sugiere la participación de un gobierno o entidad estatal. Francken indicó que los eventos recientes podrían ser parte de un patrón más amplio de tensiones geopolíticas que afectan a Europa.

El aeropuerto de Bruselas, uno de los más importantes de Europa, se vio obligado a suspender todas sus operaciones y cancelar 54 vuelos debido a las preocupaciones de seguridad generadas por las incursiones de drones. Las autoridades tomaron la decisión de interrumpir temporalmente el tráfico aéreo para prevenir incidentes más graves y proteger a los pasajeros y personal. Este cierre se produjo a primeras horas de la mañana del miércoles, cuando varios avistamientos de drones fueron reportados cerca de las instalaciones aeroportuarias, lo que obligó a las autoridades a actuar de manera rápida.

El fiscal general de Bélgica ya ha comenzado una investigación formal para esclarecer la naturaleza y los objetivos de estas incursiones, mientras que la OTAN también está siguiendo de cerca los acontecimientos. Francken mencionó que el gobierno belga está considerando invocar el Artículo 4 de la OTAN, que permite a los países miembros llevar cualquier asunto relacionado con la seguridad nacional al Consejo de la OTAN para su discusión. Esta medida permitiría a Bélgica obtener el apoyo de otros países miembros para responder a lo que se considera una posible amenaza externa a la seguridad del país.

El primer ministro belga, Bart De Wever, convocó de inmediato una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Seguridad, que está previsto que se celebre el jueves por la mañana. De Wever expresó que la situación es grave, ya que los drones no solo han perturbado el tráfico aéreo, sino que también han puesto en evidencia posibles vulnerabilidades en el sistema de defensa y seguridad nacional de Bélgica. En la reunión de emergencia se espera que se evalúen posibles respuestas, incluyendo medidas adicionales de seguridad para proteger el espacio aéreo del país y evitar que se repitan incidentes de esta magnitud.

Este incidente ha causado gran preocupación en Bélgica, que ha sido testigo de una creciente intensificación de la tensión geopolítica en Europa. A pesar de no contar con pruebas concluyentes, el gobierno belga y analistas internacionales consideran que Rusia podría estar implicada en estos incidentes. Los drones pueden ser vistos como una herramienta de inteligencia o provocación, y su uso podría estar relacionado con las tensiones geopolíticas más amplias entre Rusia y Occidente. En el contexto de las sanciones económicas y las confrontaciones políticas entre Rusia y la UE, estas incursiones con drones podrían ser interpretadas como un acto de hostilidad por parte de Moscú, aunque esto aún no se ha confirmado oficialmente.

Además, la comunidad internacional sigue observando de cerca cómo Bélgica maneja esta situación, especialmente en lo que respecta a la respuesta a posibles agresiones de drones y la cooperación con la OTAN. En este sentido, la OTAN juega un papel crucial, ya que la seguridad aérea en Europa está bajo su jurisdicción, y cualquier amenaza que surja en un país miembro podría implicar una respuesta conjunta.

Sin duda, las incursiones con drones en Bélgica han provocado una serie de reacciones políticas y de seguridad tanto a nivel nacional como internacional. Con Bélgica tomando medidas inmediatas y evaluando sus opciones dentro de la OTAN, se espera que el país continúe intensificando sus esfuerzos para garantizar la seguridad de sus instalaciones y proteger su espacio aéreo ante futuras amenazas. Las autoridades belgas también se preparan para enfrentar la creciente presión para tomar medidas más estrictas en cuanto a la seguridad nacional en el contexto de un clima geopolítico cada vez más volátil.