La FAA levanta la orden de emergencia y restablece el tráfico aéreo normal en EEUU
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos pondrá fin este lunes a la orden de emergencia de reducción de vuelos, lo que permitirá que el Sistema Nacional del Espacio Aéreo recupere su operativa habitual. La medida ha sido anunciada por el secretario de Transporte, Sean Duffy, y el administrador de la FAA, Bryan Bedford, tras constatar una «caída constante» de los incidentes vinculados a la falta de personal y la estabilización de las plantillas en los centros de control. La decisión restituye la actividad de aviación general en 12 aeropuertos, las aproximaciones bajo reglas de vuelo visual, parte de las operaciones espaciales comerciales y diversas misiones especiales.
Según ha detallado el organismo, los equipos de seguridad han observado una mejora diaria de los indicadores de personal desde el final del cierre del Gobierno federal, lo que ha permitido recuperar niveles de servicio considerados seguros. De acuerdo con la información difundida, la FAA considera que los centros de control y las torres de los aeropuertos clave han alcanzado ya un umbral de estabilidad suficiente como para retirar la orden de emergencia sin comprometer la seguridad de las operaciones.
Fin de la emergencia
La orden de emergencia de reducción de vuelos se adoptó como una medida extraordinaria para gestionar la presión sobre el sistema aéreo en un contexto de escasez de personal y menor capacidad operativa en las instalaciones de control. La medida implicaba limitar determinadas operaciones y priorizar los vuelos comerciales esenciales, así como reducir la carga en los aeropuertos con más tensión operativa.
Con su retirada, el Sistema Nacional del Espacio Aéreo recupera su configuración normal, lo que supone el regreso a los niveles habituales de tráfico previos a la orden. La FAA subraya que la transición se realizará de forma escalonada y coordinada con las aerolíneas, los operadores de aviación general y los proveedores de servicios de navegación aérea para evitar cuellos de botella.
Razones de la decisión
La FAA justifica el cambio por la disminución sostenida de los «eventos activados por personal», es decir, situaciones en las que la falta de controladores o técnicos obligaba a modificar o restringir la operativa. Según el organismo, estos episodios se han reducido de forma consistente en las últimas semanas, hasta situarse en niveles que permiten gestionar el tráfico sin recurrir a recortes generalizados.
Además, la agencia destaca que las plantillas en las instalaciones de control han alcanzado ya un nivel de estabilidad considerado aceptable. El refuerzo de turnos, la reorganización interna y la vuelta a la normalidad tras el cierre administrativo han contribuido a esa mejora. La FAA insiste en que la seguridad sigue siendo el criterio principal y que la decisión ha sido validada por los equipos técnicos y de seguridad operacional.
Impacto en aeropuertos
La retirada de la orden supone la restauración de la actividad de aviación general en 12 aeropuertos, que hasta ahora operaban con limitaciones significativas. Estos aeródromos podrán volver a programar vuelos privados, escuelas de vuelo y operaciones no comerciales en un volumen similar al previo a la emergencia, lo que aliviará la presión sobre otras instalaciones utilizadas como alternativa.
También se reactivan las aproximaciones bajo reglas de vuelo visual (VFR) en las instalaciones afectadas, lo que amplía las opciones de operación en condiciones meteorológicas favorables. Esta recuperación de capacidad resultará especialmente relevante para operadores regionales y pequeños, que dependen en mayor medida de este tipo de procedimientos.
Operaciones espaciales y misiones especiales
La FAA confirma igualmente la reanudación de las operaciones espaciales comerciales fuera del horario nocturno, que habían sido restringidas para reducir la carga sobre el sistema de gestión del tráfico. Estas actividades, vinculadas al creciente sector de lanzamientos y reentradas, requieren coordinación específica con los servicios de control aéreo y ocupan franjas del espacio aéreo que afectan al tráfico convencional.
Asimismo, la agencia restablece diversas misiones de paracaidismo, fotografía aérea y otros vuelos especiales, que habían quedado pospuestos o limitados durante la vigencia de la orden. Estos operadores podrán volver a solicitar ventanas de operación y permisos específicos, siempre dentro de los requisitos habituales de seguridad y coordinación.
Seguridad y personal
Pese a la normalización, la FAA subraya que seguirá monitorizando de cerca los niveles de personal y los indicadores de seguridad en todas las instalaciones críticas. Los responsables del organismo insisten en que la retirada de la orden no implica un relajamiento de los controles, sino que responde a la constatación de una mejora real y sostenida en la disponibilidad de recursos humanos y medios técnicos.
Desde el fin del cierre del Gobierno, la agencia ha registrado un incremento diario de efectivos en los centros de control, lo que ha permitido recuperar turnos completos y reducir la carga de trabajo por controlador. Esta tendencia ha sido clave para validar que el sistema puede absorber el aumento de operaciones sin elevar el riesgo operativo.
Consecuencias para el sector
Para las aerolíneas y los operadores, el fin de la orden de emergencia facilita la planificación de horarios y rutas con mayor previsibilidad. La recuperación de capacidad en los aeropuertos afectados y en las rutas controladas permitirá ajustar mejor las frecuencias y reducir las desviaciones o cancelaciones asociadas a las restricciones de personal.
En el caso de la aviación general y los operadores especializados, la decisión se traduce en un alivio económico, al poder reanudar vuelos y servicios que habían quedado suspendidos o muy limitados. El sector venía advirtiendo de los costes que suponían estas restricciones para escuelas de vuelo, operadores de trabajo aéreo y empresas vinculadas a actividades recreativas y de servicios.
Perspectivas y próximos pasos
De cara a los próximos meses, la FAA mantendrá un seguimiento estrecho de la evolución del tráfico y de las condiciones de trabajo en los centros de control, con el objetivo de detectar cualquier tensión que pudiera requerir ajustes puntuales. La agencia no descarta adoptar medidas específicas en determinadas áreas si se produjera un repunte de la demanda o un deterioro de las condiciones de personal.
El regulador estadounidense confía en que la retirada de la orden de emergencia marque un retorno estable a la normalidad operativa tras un periodo de restricciones condicionadas por el cierre gubernamental y la falta de personal. Con la reactivación de la aviación general, las operaciones bajo reglas visuales y las actividades espaciales y especiales, el sistema aéreo estadounidense recupera prácticamente toda su capacidad, aunque bajo la premisa de que la seguridad seguirá siendo el criterio que determine cualquier futura decisión.
