Economía y tecnología | La inteligencia artificial y el futuro del empleo

La Fed advierte: la inteligencia artificial podría alterar profundamente el mercado laboral de EE.UU.

La gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, advirtió que la adopción masiva de la inteligencia artificial (IA) podría generar una “disrupción profunda” en el empleo estadounidense, al tiempo que reconoció su potencial para impulsar la productividad y moderar la inflación a largo plazo. Cook instó a evaluar con cautela los efectos de esta transformación tecnológica.

La Fed advierte: la inteligencia artificial podría alterar profundamente el mercado laboral de EE. UU.
La Fed advierte: la inteligencia artificial podría alterar profundamente el mercado laboral de EE. UU.

La gobernadora de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Lisa Cook, afirmó este lunes que la inteligencia artificial (IA) “podría ser un punto de inflexión en el crecimiento de la productividad”, aunque advirtió que su impacto “sigue siendo incierto” y que podría tener “consecuencias negativas significativas para el mercado laboral”. Sus declaraciones se produjeron durante un foro económico en Washington, donde abordó los desafíos estructurales que enfrenta la economía estadounidense en medio de la rápida expansión tecnológica.

Cook, que habló públicamente por primera vez desde que el presidente Donald Trump afirmara haberla destituido, subrayó que la economía “no se ha deteriorado tanto como temíamos”, pese a las tensiones inflacionarias y al cierre parcial del gobierno. Sin embargo, advirtió que la adopción acelerada de la IA podría ampliar las desigualdades existentes, ya que los sectores de alta cualificación y las grandes empresas tecnológicas se benefician más rápidamente que el resto del tejido productivo.

“La historia muestra que los grandes saltos tecnológicos generan tanto oportunidades como desplazamientos”, explicó Cook. “Si bien la IA puede aumentar la eficiencia y reducir los costos, también puede eliminar empleos en sectores donde la automatización se impone más rápidamente que la capacidad de adaptación del mercado laboral”.

De acuerdo con estimaciones de Goldman Sachs, cerca de 300 millones de empleos en todo el mundo podrían verse afectados por la automatización impulsada por IA en la próxima década, con especial incidencia en los trabajos administrativos, financieros y de soporte técnico. En Estados Unidos, los sectores de servicios y manufactura avanzada ya están experimentando un proceso de sustitución tecnológica que, según la Fed, podría acelerar la polarización del empleo, reduciendo los puestos intermedios y ampliando la brecha entre trabajadores de alta y baja cualificación.

Cook también señaló que si la IA logra impulsar de manera sostenida la productividad, podría tener un efecto positivo sobre la inflación a largo plazo, ya que una economía más eficiente tendería a reducir los costos de producción. No obstante, advirtió que el impacto final dependerá de “cuán rápido y de qué manera se adopte la tecnología en los distintos sectores”. La gobernadora insistió en que la política monetaria deberá mantenerse “ágil y prudente” ante una posible transformación estructural del empleo.

El debate sobre la relación entre IA y productividad ha cobrado relevancia dentro de la Reserva Federal, especialmente a medida que el sector tecnológico experimenta un boom de inversión sin precedentes. Empresas como Microsoft, Amazon y Google han anunciado planes de gasto en infraestructura de IA por más de cuatro billones de dólares entre 2026 y 2030, con la expectativa de que la tecnología se convierta en el nuevo motor del crecimiento económico estadounidense.

Sin embargo, algunos analistas advierten que el impacto positivo en la productividad podría tardar años en materializarse, mientras que los efectos laborales serían inmediatos y dolorosos para amplios segmentos de la población. De acuerdo con un informe reciente de McKinsey & Company, más del 40% de los trabajadores estadounidenses necesitarán adquirir nuevas competencias digitales para mantener su empleabilidad en los próximos cinco años.

Lisa Cook concluyó su intervención subrayando la necesidad de una respuesta coordinada entre el sector público y privado: “Debemos invertir no solo en tecnología, sino también en educación, formación y redes de seguridad laboral. La IA no debe ser vista únicamente como una herramienta de eficiencia, sino como un cambio estructural que requiere una estrategia nacional de adaptación”.

Las palabras de la gobernadora llegan en un momento de alta volatilidad en los mercados, con los inversores pendientes de cómo la Fed equilibrará su estrategia entre el control de la inflación, la estabilidad del empleo y los desafíos de una economía cada vez más digitalizada.

Comentarios