Guerra de sombras: Rusia acusa al Reino Unido de orquestar un ataque falso en Europa para culpar a Moscú y enfrentar a las potencias mundiales
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) ha acusado al Reino Unido de planear una “provocación” que implicaría un ataque falso contra un buque civil extranjero en un puerto europeo, según informó la agencia estatal TASS. Moscú sostiene que el objetivo sería responsabilizar a Rusia y agravar las tensiones internacionales, involucrando incluso a China en el montaje.
La guerra informativa entre Rusia y Occidente ha escalado un nuevo peldaño. Este lunes, el SVR, la agencia de inteligencia exterior rusa, aseguró que Londres estaría preparando una operación encubierta para simular un ataque marítimo y culpar a Moscú. Según la versión difundida por medios oficiales rusos, el plan incluiría el uso de militantes ucranianos entrenados en sabotaje y la manipulación de pruebas que involucrarían a China.
“El grupo ya ha llegado al Reino Unido para recibir entrenamiento en sabotaje. Tras el ataque, los terroristas serían ‘descubiertos’ y se anunciaría que actuaban bajo órdenes de Moscú”, afirma el comunicado del SVR. De acuerdo con la agencia, los participantes portarían equipos submarinos de fabricación china, que posteriormente serían utilizados como evidencia para implicar a Pekín como aliado militar de Rusia.
Moscú acusa a Londres de intentar “enfrentar a las grandes potencias mundiales entre sí”, en un contexto donde la narrativa de la guerra de Ucrania y las tensiones en el Mar Negro siguen marcando la política europea. “La rápida caída de Londres hacia los márgenes de la historia mundial ha impulsado a sus servicios de inteligencia a buscar protagonismo mediante provocaciones”, señaló el SVR en un comunicado cargado de retórica política.
El Reino Unido, hasta el momento, no ha respondido oficialmente a las acusaciones. Fuentes diplomáticas en Bruselas y Londres consideran que las declaraciones rusas forman parte de una campaña de desinformación destinada a socavar la unidad occidental y desviar la atención de la ofensiva rusa en Ucrania. Sin embargo, la denuncia llega en un momento de especial fragilidad para la seguridad europea, tras los recientes ataques cibernéticos y sabotajes a infraestructuras energéticas y marítimas.
El supuesto plan incluiría un ataque en un puerto europeo no especificado, lo que ha encendido las alarmas en varias capitales de la Unión Europea, donde los servicios de inteligencia siguen de cerca cualquier indicio de movimientos irregulares en zonas costeras o marítimas críticas.
Analistas de seguridad apuntan que este tipo de acusaciones reflejan el clima de confrontación narrativa entre Rusia y Occidente, donde cada parte intenta controlar el relato de los acontecimientos. “Moscú busca presentarse como víctima de complots occidentales, mientras que Londres y sus aliados subrayan la estrategia rusa de desinformación como parte integral del conflicto”, señala un informe del European Centre for Security Studies.
El incidente, de confirmarse o no, ilustra el grado de fragilidad diplomática y desconfianza mutua que define las relaciones entre Rusia y el Reino Unido desde el inicio de la guerra en Ucrania. En medio de sanciones, espionaje y operaciones encubiertas, el escenario europeo vuelve a tensarse con una acusación que mezcla política, propaganda y riesgo real de escalada.
