Israel intensifica su estrategia en medio de un cambiante equilibrio global
Adrián Zelaia, presidente de EKI Group, desglosa en Negocios TV el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamas, vinculándolo con la estrategia israelí ante el declive de la hegemonía estadounidense y sus posibles consecuencias económicas globales.
El conflicto entre Israel y Hamas vuelve a cobrar protagonismo con una escalada que muchos expertos interpretan no solo como un episodio más en una larga historia de tensiones, sino como un movimiento estratégico del sector más radical del gobierno israelí. Adrián Zelaia, presidente de EKI Group, aborda esta compleja dinámica desde una perspectiva tanto política como económica en su reciente intervención en Negocios Televisión.
¿Pero qué impulsa realmente este recrudecimiento? La respuesta parece estar entrelazada con la percepción de que el tiempo corre en contra para Israel, y con ello, un replanteamiento urgente ante la pérdida de hegemonía estadounidense en la región.
Estrategia y geopolítica: La huida hacia adelante de Israel
Zelaia apunta que la decisión del sector más radical en Israel no es un acto apresurado, sino una jugada consciente para consolidar posiciones antes de que el tablero global cambie por completo. En efecto, la hegemonía norteamericana —que durante décadas ha garantizado un cierto equilibrio y apoyo a Israel— muestra signos evidentes de desgaste. Este nuevo escenario condiciona el margen de maniobra de Jerusalén frente a un mundo musulmán que, lejos de fragmentarse, parece encontrar una cohesión inédita en los últimos años.
Este escenario temporal hace que, según Zelaia, Israel opte por una "huida hacia adelante", actuando con mayor apego a la urgencia que a la prudencia tradicional. Lo preocupante aquí no es solo el aumento puntual de la violencia, sino la posible reconfiguración de alianzas y la redefinición del poder en Oriente Medio.
El papel de Estados Unidos y Trump
No se puede dejar de lado la influencia estadounidense en esta narrativa. El alto el fuego promovido en su momento por Donald Trump, aunque frágil, apuntaba a una pausa necesaria en el conflicto. Sin embargo, la ruptura de este acuerdo resalta cómo las estrategias internas y externas terminan convergiendo para alimentar el fuego de la tensión.
¿Será que la disminución del peso norteamericano en la región deja un vacío que otros actores están ansiosos por llenar? Zelaia deja entrever que esta es una pieza clave para entender este repunte de violencia, que pocos esperaban con tanta intensidad.
Implicaciones económicas de un conflicto en reactivación
Más allá de lo estrictamente político y militar, el conflicto tiene ramificaciones claras en la esfera económica internacional. Según el presidente de EKI Group, los mercados globales inicialmente parecen inmunes a las noticias de esta naturaleza, mostrando una calma que podría ser engañosa.
Pero ojo, porque la estabilidad puede quebrarse si la escalada se extiende, especialmente en términos energéticos. El petróleo, ese recurso casi omnipresente en la economía mundial, podría sufrir fluctuaciones sensibles si la tensión se transforma en un conflicto regional más amplio.
Los mercados financieros en la cuerda floja
La confianza geopolítica es, sin duda, un pilar para la estabilidad financiera. Su fragilidad puede provocar reacciones en cadena que afectan desde las bolsas hasta las inversiones a largo plazo. La advertencia de Zelaia es clara: más allá del impacto coyuntural, la erosión de certezas globales complica la proyección económica y el desarrollo sostenible.
Por lo tanto, aunque los shocks inmediatos no sean evidentes desde el primer día, conviene no dormir en los laureles; la situación demanda vigilancia y análisis constante.