Macron mueve ficha: el Elíseo confirma que nombrará nuevo primer ministro en las próximas 48 horas para frenar la crisis política en Francia
El Palacio del Elíseo confirmó que Emmanuel Macron nombrará a un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas, apenas dos días después de la dimisión de Sébastien Lecornu. La decisión llega en medio de una tormenta política que amenaza la estabilidad del Gobierno francés, con la oposición fracturada, el Parlamento dividido y el ex primer ministro Édouard Philippe reclamando elecciones presidenciales anticipadas.
Francia vive una de las semanas más turbulentas de su vida política reciente. El Palacio del Elíseo confirmó este miércoles que el presidente Emmanuel Macron designará a un nuevo primer ministro “en las próximas 48 horas”, tras aceptar la renuncia de Sébastien Lecornu y constatar que el país se enfrenta a un Parlamento fragmentado y a una creciente presión social.
En un comunicado oficial, la presidencia francesa agradeció a Lecornu “el trabajo realizado durante las últimas 48 horas” y reconoció las conclusiones que el ex primer ministro presentó tras su ronda de contactos con los grupos parlamentarios. Entre ellas, la constatación de “una mayoría de diputados contraria a la disolución”, la existencia de “una plataforma de estabilidad” y la posibilidad de “aprobar un presupuesto antes del 31 de diciembre”. Estos tres elementos, según el Elíseo, abren la puerta a una solución política sin recurrir a elecciones legislativas anticipadas.
La búsqueda del nuevo jefe de Gobierno se produce en un contexto de fuerte desgaste para Macron, que enfrenta críticas por su manejo de la crisis y por la falta de una mayoría sólida en la Asamblea Nacional. Aunque no se han filtrado nombres oficialmente, medios franceses como Le Monde y France Info apuntan a posibles candidatos con perfil tecnocrático o de consenso, capaces de restablecer el diálogo entre el Ejecutivo y el Parlamento.
Sin embargo, la tensión política no cede. Desde la derecha, el ex primer ministro Édouard Philippe lanzó un desafío directo al presidente, pidiéndole que convoque elecciones presidenciales anticipadas y abandone el cargo “una vez aprobado el presupuesto”. “Francia necesita un nuevo impulso político, y eso solo puede lograrse volviendo a las urnas”, declaró Philippe, que ha emergido como una figura de peso en el tablero político de cara a 2027.
Macron, por su parte, busca ganar tiempo y recomponer su gabinete para evitar un vacío de poder. La designación de un nuevo primer ministro en las próximas horas es vista como un intento de proyectar control y estabilidad en un país donde las huelgas, las protestas sociales y el estancamiento legislativo amenazan con paralizar la gestión gubernamental.
Analistas franceses señalan que el próximo primer ministro podría desempeñar un papel clave en la aprobación del presupuesto y en la implementación de las reformas pendientes, especialmente en materia energética, laboral y fiscal. Sin embargo, cualquier figura que asuma el cargo deberá hacerlo en un ambiente político extremadamente polarizado, donde las alianzas parlamentarias se han vuelto impredecibles y el apoyo a la extrema derecha sigue creciendo en las encuestas.
La crisis política francesa, que comenzó con la dimisión de Lecornu tras apenas unos días en el cargo, refleja el desgaste acumulado de un segundo mandato de Macron marcado por la fragmentación política y la pérdida de apoyo popular. Su apuesta ahora pasa por recomponer el equilibrio interno sin precipitar elecciones que podrían reforzar a sus rivales más duros.
El reloj político corre, y Francia espera. En las próximas 48 horas, Macron deberá demostrar que aún conserva la capacidad de maniobra suficiente para mantener el rumbo de su gobierno y evitar que el país se adentre en un ciclo de inestabilidad prolongada.