Marco Rubio advierte que quedan solo días para lograr un acuerdo de tregua en Gaza
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, lanzó una advertencia clara: el tiempo para sellar un alto al fuego en Gaza se está acabando. Según el funcionario, ya no hay meses de margen, sino apenas “días y quizá algunas semanas” antes de que las operaciones israelíes hagan imposible cualquier negociación. Esta advertencia se produce en medio de intensos bombardeos sobre Gaza, mientras Washington busca reactivar el proceso diplomático con mediadores clave como Catar.
Desde Jerusalén, Rubio partió rumbo a Catar dejando claro que la ventana para un acuerdo —que combine alto al fuego con la liberación de rehenes— se está cerrando. Las fuerzas israelíes han reclamado el derecho operacional de avanzar militarmente sobre Gaza City, cuya densidad demográfica y devastación han elevado las voces internacionales de alarma sobre los riesgos humanitarios.
El propósito de la visita de Rubio es doble: acompañar al gobierno de Israel en sus decisiones estratégicas, al mismo tiempo que facilitar un puente diplomático hacia Catar, país que ha actuado como mediador en múltiples rondas de negociaciones. En este contexto, Israel expresó que solo un acuerdo vinculante que contemple la rendición o eliminación del liderazgo de Hamas y la liberación de los rehenes podrá satisfacer sus exigencias mínimas.
Del lado palestino, Hamas ha mantenido firmes sus condiciones: un cese permanente de hostilidades, retirada israelí del territorio ocupado, intercambio de prisioneros en condiciones que considere justas, y garantías sobre el acceso humanitario. Cualquier retroceso en esos puntos, según declaraciones recogidas por medios internacionales, podría desencadenar el rechazo total del acuerdo.
Mientras tanto, la situación sobre el terreno continúa agravándose. Intensos bombardeos en Gaza City han provocado desplazamientos masivos, destrucción de infraestructura crítica y una escalada en los reportes sobre víctimas civiles. Los observadores advierten que según avance la ofensiva, las posibilidades de maniobra diplomática se verán cada vez más reducidas. Rubio lo supone: no hay margen para prolongar indefinidamente el proceso.
El reto que se presenta no es solo diplomático, sino estratégico: convencer a todas las partes de que es mejor detener el fuego ahora que arriesgar una intensificación capaz de erosionar cualquier base de negociación futura. En los próximos días, si no se logra presentar una oferta que integre los principales elementos de ambas partes —alto el fuego, liberación de rehenes, garantías humanitarias y seguridad—, el escenario podría derivar en una ofensiva mayor y un recrudecimiento irreversible. Rubio apuesta por evitar ese desenlace, pero reconoce que el tiempo ya es un lujo escaso.