Pekín endurece su postura: exige a Estados Unidos mantenerse al margen del conflicto con Taiwán
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China lanzó este martes una nueva advertencia a Washington: la no injerencia de Estados Unidos en el estatus de Taiwán es una condición indispensable para mantener una relación estable entre ambas potencias. La declaración llega en plena reactivación del diálogo bilateral y en vísperas de nuevas negociaciones comerciales entre Donald Trump y Xi Jinping.
Durante una rueda de prensa en Pekín, el portavoz Guo Jiakun afirmó que “la cuestión de Taiwán es un asunto estrictamente interno de China” y que cualquier intento de interferencia externa será considerado una violación de la soberanía nacional. Guo subrayó que Estados Unidos debe abstenerse de involucrarse en temas que afectan a la integridad territorial china si desea mantener una relación diplomática “constructiva y predecible”.
Las declaraciones se producen horas después de que el presidente estadounidense Donald Trump expresara su deseo de alcanzar un “acuerdo comercial muy justo” con su homólogo Xi Jinping, al tiempo que reiteró su compromiso de mantener un equilibrio entre las tensiones geopolíticas y los intereses económicos.
Guo respondió que China comparte “la voluntad de diálogo y cooperación”, pero insistió en que la reunificación con Taiwán sigue siendo un objetivo irrenunciable. “China aspira a una reunificación pacífica, pero no tolerará provocaciones externas ni pasos que alienten la independencia taiwanesa”, agregó el portavoz, en una clara referencia a los acuerdos de defensa de Washington con Taipei.
Pekín también criticó el pacto militar AUKUS, que integra a Estados Unidos, Reino Unido y Australia, por considerar que “fomenta la confrontación de bloques” y aumenta los riesgos de proliferación nuclear en el Indo-Pacífico. Guo advirtió que este tipo de alianzas “no contribuyen a la estabilidad regional y amenazan con reavivar una carrera armamentista”.
El tono del mensaje refleja la creciente preocupación del gobierno chino ante la estrategia de contención de Washington en Asia. En los últimos meses, la Casa Blanca ha intensificado sus vínculos militares con países aliados del Pacífico, al tiempo que incrementó los envíos de armas a Taiwán y aprobó ejercicios conjuntos con Filipinas y Japón.
El Ministerio de Exteriores chino insistió, no obstante, en la necesidad de mantener abiertos los canales de comunicación bilateral, destacando que tanto Estados Unidos como China “tienen la responsabilidad de evitar malentendidos y gestionar sus diferencias de manera responsable”.
Analistas consultados por The South China Morning Post señalan que este nuevo mensaje de Pekín llega en un momento de ambigüedad estratégica, cuando ambas potencias buscan preservar sus intereses sin caer en un conflicto directo. “China envía una advertencia clara a Trump: el comercio puede avanzar, pero solo si Washington respeta la línea roja de Taiwán”, afirmó el profesor Wang Yiwei, experto en relaciones internacionales de la Universidad Renmin.
El futuro de Taiwán sigue siendo el principal punto de fricción entre las dos mayores economías del mundo. Mientras Estados Unidos insiste en garantizar la defensa del territorio bajo el marco del Taiwan Relations Act, China ha dejado claro que “la reunificación es una cuestión de tiempo y no de negociación”.