Estados Unidos respalda el regreso de sanciones internacionales y presiona a Teherán para frenar su programa nuclear

Rubio advierte que un Irán nuclearizado sería un riesgo inaceptable para la seguridad mundial

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, acompañado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, aseguró que permitir que Irán desarrolle armas nucleares bajo el liderazgo de un régimen clerical radical supondría un peligro no solo para Oriente Medio, sino para la estabilidad de todo el planeta.

Rubio advierte que un Irán nuclearizado sería un riesgo inaceptable para la seguridad mundial
Rubio advierte que un Irán nuclearizado sería un riesgo inaceptable para la seguridad mundial

Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, lanzó este lunes una advertencia contundente en Jerusalén, donde compareció junto a Benjamin Netanyahu: “un Irán nuclear gobernado por un clérigo radical es un riesgo inaceptable”. La afirmación llega en un momento de máxima tensión internacional, después de que Francia, Alemania y Reino Unido activaran el mecanismo de snapback previsto en la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, con el que buscan reimponer sanciones internacionales tras considerar que Teherán incumple de manera significativa sus compromisos del acuerdo nuclear de 2015.

Rubio subrayó que la amenaza no se limita al desarrollo de capacidades atómicas, sino también al avance de misiles de corto y medio alcance que, en su opinión, aumentan el potencial de desestabilización regional. “No se trata solo de un problema para Israel o Estados Unidos, sino para el mundo entero”, insistió, al tiempo que reiteró que Washington mantendrá su estrategia de “máxima presión” sobre Teherán hasta que abandone su actual rumbo.

El mecanismo de snapback, diseñado para restaurar sanciones en caso de incumplimiento, ha sido activado por las potencias europeas al constatar que Irán continúa enriqueciendo uranio por encima de los límites pactados y acumulando reservas sin justificación civil aparente. Esta medida, celebrada por Washington, pretende aumentar el coste económico y diplomático para Teherán y obligarle a retomar un diálogo más transparente con la comunidad internacional.

Irán, por su parte, rechaza categóricamente que deba renunciar a su capacidad de enriquecimiento de uranio, alegando que se trata de un derecho soberano con fines pacíficos. En los últimos días, el Gobierno iraní se ha mostrado dispuesto a colaborar de manera parcial con la Agencia Internacional de la Energía Atómica, aunque ha advertido que responderá con firmeza si las sanciones se imponen de manera unilateral y sin negociación previa.

Las palabras de Rubio se enmarcan en un tablero geopolítico en el que Israel considera un Irán nuclear como una amenaza existencial y donde los países del Golfo temen una carrera armamentística regional. Además, la reinstauración de sanciones puede repercutir en los mercados internacionales de petróleo, gas y uranio, generando nuevas incertidumbres en la economía global.

La posición de Estados Unidos refleja una estrategia clara: mantener la presión, reforzar las alianzas con Europa y subrayar que la única salida viable es una negociación seria y verificable. Sin embargo, el pulso con Teherán amenaza con recrudecerse si las sanciones avanzan y el régimen responde con medidas de mayor confrontación. En este escenario, la comunidad internacional observa con preocupación cómo el futuro del acuerdo nuclear se desvanece, mientras aumenta la posibilidad de una nueva fase de inestabilidad en Oriente Medio con consecuencias que trascienden la región.

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