De Soros a Silicon Valley: la batalla oculta por el control mediático global
Juan Antonio de Castro, exfuncionario de Naciones Unidas, analiza la lucha global entre globalistas culturales y patriotas nacionales, enfocándose en la influencia mediática de las élites y la polarización que une y divide a Estados Unidos y Europa. Un relato que va desde Soros hasta Silicon Valley y pasa por controversias como la edición del discurso de Trump por la BBC.
¿Quién mueve realmente los hilos de lo que vemos, leemos y escuchamos en los medios? Según Juan Antonio de Castro, ex-funcionario de Naciones Unidas, la respuesta apunta a una confrontación global entre globalistas culturales y patriotas nacionales. No se trata simplemente de disputas internas de Estados Unidos; esta polarización se está proyectando en Europa de manera palpable, marcando no solo la diplomacia, sino también la cobertura y la influencia mediática.
Un conflicto global que trasciende fronterasLo que ocurre en Washington no se queda en Washington. De Castro señala cómo las tensiones políticas y culturales de EE.UU. repercuten de lleno en las dinámicas mediáticas europeas. Desde la interacción estratégica de los aliados hasta la percepción que se genera en el público, la influencia estadounidense ha llegado a condicionar la narrativa de grandes medios internacionales.
Este escenario evidencia un tablero global donde cada movimiento, cada titular, y cada señalamiento forma parte de una lucha por el control del relato, un bando representado por el llamado globalismo cultural y otro por una corriente conservadora y patriótica que se resiste a ser desplazada.
BBC y la sombra del “globalismo wokista”Para De Castro, la BBC no es simplemente un medio público británico: es un agente clave del globalismo wokista. La polémica edición del discurso de Donald Trump tras el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, servida por la corporación, ilustra esta cuestión. La manipulación -apunta- habría sido tan palpable que el propio Trump amenazó con demandar por mil millones de dólares a la BBC.
Esta influencia supuestamente ejercida por fundaciones económicas y magnates internacionales se refleja no solo en el Reino Unido, sino que se filtra a otros grandes diarios europeos como Le Monde y El País, en una difusión que refuerza ese telón de fondo globalizado de enfrentamiento cultural.
La confrontación mediática: más que un simple choque de ideasDe Castro describe este fenómeno como un auténtico “arreglo de cuentas al estilo OK Corral”, donde las fuerzas conservadoras pugnan contra el avance progresista. No es simplemente una batalla ideológica, sino una lucha por el poder de moldear percepciones y, por ende, realidades políticas y sociales cada vez más polarizadas.
Este conflicto no es de solución rápida; se desarrolla golpe a golpe, detalle a detalle, con medios convertidos en actores estratégicos —casi protagonistas— de una confrontación que ha emigrado de las fronteras norteamericanas para asentarse con fuerza en Europa.