Tensión geopolítica en torno a Caracas

Tensiones geopolíticas y la estrategia estadounidense frente a Venezuela en la era Trump

Analistas de Negocios TV examinan la presión geopolítica estadounidense bajo Trump sobre Venezuela, el rol de Rusia y aliados, y las estrategias que moldean un escenario complejo en América Latina.

Imagen del vídeo de Negocios TV sobre la crisis geopolítica en Venezuela, que muestra el logo del canal y un mapa de América Latina con énfasis en el Caribe.<br>                        <br>                        <br>                        <br>
MAMANI: “Rusia no va permitir un cambio de régimen en Venezuela. Trump ya ha reculado”

Los frentes de tensión internacional en torno a Venezuela no dejan de encenderse. En un escenario en el que la retórica y la presencia militar se entrelazan, expertos en geopolítica analizan cómo la administración Trump no solo elevó la apuesta contra el gobierno chavista, sino que también se topó con las limitaciones de su propia estrategia en la región. ¿Está realmente Estados Unidos dispuesto a un conflicto abierto o maniobra con cautela, consciente de la resistencia aliada que rodea a Caracas?

La estrategia estadounidense: presión entre la disuasión y el repliegue táctico
Durante su mandato, Donald Trump aplicó una política de “coerción disuasiva” que combinó despliegue militar con un discurso firme contra el régimen venezolano. En el Caribe se registraron operaciones aéreas que, según analistas, buscaban generar desgaste psicológico y militar sin desembocar en una confrontación directa a gran escala.

Sin embargo, no todo apunta a una escalada inevitable. Adrián Coso señala que la Casa Blanca mostró momentos de repliegue, priorizando la gestión de riesgos y evitando una guerra abierta. En lugar de lanzarse de lleno sobre Caracas, EE. UU. comenzó a pivotar hacia advertencias dirigidas a otras regiones como México y Nigeria, manteniendo una imagen de fuerza, sí, pero sin asumir el riesgo de un conflicto internacional que pudiera desbordarse.

Coerción disuasiva en práctica
Emiliano Zelaia enfatiza que la estrategia de Washington no es un juego de corto plazo, sino una presión sostenida que combina amenazas, sanciones y acciones militares planificadas para erosionar la estabilidad del chavismo. Aun con ese poder de fuego, la intervención directa parece mantenerse al margen por razones logísticas y geopolíticas, lo que convierte el tablero en un ajedrez extremadamente delicado.

La táctica de advertencias regionales
El desplazamiento del foco hacia advertencias a México y Nigeria sugiere la intención de Estados Unidos de extender su influencia sin abrir múltiples frentes al mismo tiempo. Esta maniobra, como apunta Coso, puede leerse como un esfuerzo de Washington por no perder autoridad en la región, sosteniendo una narrativa de firmeza incluso cuando la realidad sobre el terreno es más matizada.

Resistencia internacional: Rusia, China e Irán se mantienen firmes con Caracas
Desde el otro lado, la respuesta del Kremlin es tajante. Carlos Mamani afirma que Rusia no permitirá un cambio de régimen en Venezuela, en un mensaje directo ante las presiones de Washington. Esta postura se inscribe en una visión estratégica más amplia, en la que Venezuela es un eje clave tanto en el entramado energético como en la contraposición al poder estadounidense en América Latina.

A su vez, China e Irán se han sumado al bloque de apoyo que refuerza la posición de Nicolás Maduro, conscientes de que cualquier alteración puede impactar directamente en sus intereses geopolíticos y económicos. La presencia rusa y de sus aliados en la región, prolongada y vigilante, subraya la complejidad del escenario y la escasa probabilidad de una intervención estadounidense sin un coste internacional considerable.

Imposibilidad logística de una invasión
Mamani es claro respecto a las limitaciones prácticas: una invasión masiva de Venezuela es, hoy por hoy, logística y estratégicamente inviable. Por ello, se anticipa más bien un asedio prolongado, con presencia militar constante en zonas clave del Caribe para mantener la presión y la vigilancia.

Venezuela como símbolo y eje energético
El valor de Venezuela va mucho más allá de sus fronteras. Para Rusia, China e Irán, mantener a Maduro en el poder significa conservar un bastión frente a la intervención directa de Estados Unidos y preservar un nodo estratégico en la dinámica energética mundial, además de sostener su influencia política en América Latina.

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