Trump desafía a Irán: “Si no los hubiéramos atacado, ya tendrían armas nucleares”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que la operación militar lanzada contra Irán a comienzos de este año evitó que el régimen de Teherán desarrollara armas nucleares. Aseguró además que Irán “ahora quiere la paz” y que respalda el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamas, marcando un nuevo giro en la narrativa geopolítica de Washington.
El presidente Donald Trump volvió a colocarse en el centro del tablero internacional con una declaración de alto voltaje. Durante una reunión de su gabinete este jueves, afirmó que, de no haber ordenado el ataque militar contra Irán a comienzos de año, “Teherán ya habría construido armas nucleares”.
“Si no hubiéramos actuado y, en cambio, firmado un nuevo acuerdo nuclear con ellos, hoy habría una gran nube oscura sobre el mundo”, dijo Trump en referencia al fallido intento de reactivar el pacto atómico de 2015. “El golpe fue muy importante”, añadió, describiendo la operación como un movimiento “preventivo y necesario” para contener las ambiciones nucleares iraníes.
El mandatario aseguró que, tras esa ofensiva, Irán ha cambiado de postura y ahora “quiere trabajar por la paz”. Según Trump, el gobierno iraní ha comunicado su apoyo al acuerdo entre Israel y Hamas, que puso fin a los combates en Gaza esta semana, y expresó su disposición a “reconstruir su país bajo nuevas condiciones”.
“Tenemos sanciones muy duras sobre Irán y muchas otras medidas. Pero también queremos verlos reconstruir, queremos estabilidad en la región”, insistió el presidente, dejando entrever que Washington podría abrir una nueva fase de negociación si Teherán mantiene una actitud cooperativa.
Las palabras de Trump llegan en un momento crítico para Oriente Medio, apenas días después del anuncio de alto el fuego entre Israel y Hamas, y en un contexto de reconfiguración diplomática en el que Washington intenta recuperar influencia tras años de conflictos y desgaste. Su afirmación, sin embargo, reaviva el debate sobre la legitimidad de la operación militar y la falta de pruebas concluyentes de que Irán estuviera cerca de fabricar una bomba atómica.
Expertos en política exterior señalan que el comentario de Trump tiene una clara carga política interna, destinada a mostrar firmeza ante sus votantes y reforzar su imagen de “líder que actúa sin titubeos”. Para algunos analistas, su discurso recuerda al que utilizó en 2020 tras el ataque que mató al general iraní Qasem Soleimani, que también fue presentado como una acción preventiva “para evitar una guerra mayor”.
Desde Teherán, las autoridades iraníes no han respondido oficialmente a las declaraciones, aunque medios locales las calificaron de “falsas y provocadoras”. En declaraciones a la agencia Fars, un portavoz del Ministerio de Exteriores aseguró que “Irán nunca ha buscado armas nucleares y continúa comprometido con la no proliferación”, en línea con los reportes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Pese a la controversia, el mensaje de Trump busca proyectar fuerza: que la política de presión máxima sobre Irán —a través de sanciones, disuasión militar y aislamiento diplomático— sigue siendo el eje de su estrategia exterior.
Mientras tanto, Washington mantiene una doble narrativa: presiona a Irán para contener su programa nuclear y, al mismo tiempo, intenta capitalizar el acuerdo de paz entre Israel y Hamas como una victoria indirecta de su política regional. “Irán está cambiando su tono, y eso es resultado directo de nuestra fortaleza”, concluyó Trump, sin descartar una futura negociación “en mejores términos”.
Una frase que, en el lenguaje de Trump, suena tanto a advertencia como a autopromoción: el líder que bombardeó para evitar la bomba.