Trump lanza el FIFA Pass para dar prioridad de visado a los fans del Mundial

El anuncio se produce a menos de un año del arranque del primer Mundial de 48 selecciones, que tendrá lugar en Estados Unidos, México y Canadá, y en un contexto de política migratoria estricta en Washington. El Gobierno de Trump presenta el FIFA Pass como una pieza clave para compatibilizar un discurso de firmeza en fronteras con el objetivo de convertir el campeonato en un escaparate económico y diplomático para el país.

Un pase prioritario

El FIFA Pass permitirá a quienes hayan adquirido entradas del Mundial 2026 a través de FIFA acceder a un canal específico —el llamado «portal FIFA»— para solicitar citas adelantadas en consulados y embajadas de Estados Unidos. El sistema no elimina la necesidad de visado ni garantiza su concesión, pero sí coloca a los titulares de entradas por delante en la cola de entrevistas consulares, reduciendo tiempos de espera de forma significativa.

Según explicó la Administración estadounidense, el objetivo es gestionar el previsible aumento de demanda de visados derivado del campeonato sin colapsar las oficinas consulares. La prioridad se aplicará únicamente a los aficionados que acrediten su entrada comprada mediante los canales oficiales de FIFA, y la tramitación continuará sujeta a los criterios habituales de elegibilidad y seguridad establecidos por la ley migratoria estadounidense.

Colaboración con FIFA

El anuncio del FIFA Pass se realizó en un acto en la Oficina Oval, con la presencia de Gianni Infantino, del secretario de Estado Marco Rubio, de la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem y de miembros del White House World Cup Task Force, el grupo creado para coordinar todos los preparativos del Mundial.

Infantino subrayó que «America welcomes the world» y presentó el programa como una prueba de la voluntad conjunta de FIFA y la Casa Blanca de hacer del Mundial de 2026 el «más grande e inclusivo de la historia». Trump, por su parte, aseguró que ha ordenado a su Administración hacer «todo lo que esté en su mano» para garantizar un éxito «sin precedentes» del torneo, al que vincula explícitamente con la imagen internacional de Estados Unidos y con la celebración del 250.º aniversario de la independencia en 2026.

Impacto económico del Mundial

El impulso al proceso de visados se apoya en las expectativas económicas asociadas al campeonato. Un estudio conjunto de FIFA y la Organización Mundial del Comercio (OMC) estima que el Mundial 2026 generará alrededor de 185.000 empleos equivalentes a tiempo completo, un impacto de 30.500 millones de dólares en producción bruta y una contribución de 17.200 millones al PIB de Estados Unidos.

Las previsiones apuntan a más de seis millones de entradas disponibles para los 104 partidos y a entre cinco y diez millones de visitantes internacionales que viajarán a Norteamérica durante el torneo. Para la Casa Blanca, facilitar el acceso de estos aficionados es clave para maximizar el efecto sobre sectores como el turismo, la hostelería, el comercio minorista y los servicios, especialmente en las ciudades sede.

Refuerzo consular y seguridad

El secretario de Estado, Marco Rubio, detalló que el Gobierno ha desplegado más de 400 funcionarios consulares adicionales en embajadas y consulados de todo el mundo para absorber el incremento de solicitudes de visado asociado al Mundial. Con este refuerzo, Washington sostiene que en aproximadamente el 80% de los países es posible obtener una cita para entrevista en menos de 60 días, frente a esperas que en algunos casos superaban el medio año.

Rubio insistió en que el FIFA Pass no altera los controles de seguridad: las entrevistas, la comprobación de antecedentes y la evaluación de riesgo seguirán los mismos estándares que para cualquier otro solicitante. El pase, recalcó, «garantiza una cita adelantada, no la entrada al país», un mensaje dirigido tanto a los aficionados como a los gobiernos de origen, que han expresado preocupación por los posibles efectos de la política migratoria de Trump sobre la movilidad durante el torneo.

Un Mundial a tres países

El Mundial de 2026 será el primero de la historia con tres países anfitriones: Estados Unidos, México y Canadá. El torneo se disputará en 16 ciudades sede, de las que once estarán en territorio estadounidense, y concentrará en este país la mayoría de los encuentros —78 de los 104—, lo que explica el foco de Washington en el flujo de visitantes.

Esta edición estrenará también el formato ampliado a 48 selecciones, que implicará más partidos, una duración mayor del campeonato y un volumen de desplazamientos muy superior al de mundiales anteriores. Para la Administración Trump, el Mundial es una oportunidad de proyectar capacidad organizativa, reforzar la imagen del país como destino turístico y aprovechar un calendario deportivo de máxima audiencia para lanzar mensajes políticos y económicos al resto del mundo.

Claves para los aficionados

Para los hinchas que planean viajar a Estados Unidos, las autoridades y la propia FIFA insisten en tres mensajes principales. Primero, que es imprescindible adquirir las entradas por los canales oficiales para poder acceder al FIFA Pass y, con ello, a las citas prioritarias de visado. Segundo, que el proceso de solicitud debe iniciarse cuanto antes, dado que los plazos, aunque reducidos, siguen sujetos a la capacidad de cada consulado. Y tercero, que quienes procedan de países integrados en el Programa de Exención de Visado (VWP) podrán optar, en su caso, por viajar mediante autorización electrónica (ESTA) en lugar de un visado tradicional.

En términos políticos y económicos, el FIFA Pass se convierte así en una pieza más de la estrategia de la Casa Blanca para convertir el Mundial 2026 en un gran escaparate internacional: una herramienta que busca facilitar la llegada de millones de aficionados sin renunciar al discurso de control fronterizo y que, si las previsiones se cumplen, apuntalará un evento llamado a dejar una huella duradera en la economía y en la imagen exterior de Estados Unidos.