¡Trump en pie de guerra! Acusa a China de “acto económicamente hostil” y amenaza con cortar negocios clave
La guerra comercial entre Estados Unidos y China suma un nuevo capítulo tras las últimas declaraciones del presidente Donald Trump. Según anunció este lunes, la negativa de China a adquirir soja estadounidense constituye un “acto económicamente hostil”, que podría desencadenar represalias inmediatas en sectores clave del comercio bilateral.
Trump aseguró que está considerando “terminar” los negocios con China relacionados con aceite de cocina y otros elementos comerciales, lo que ha generado preocupación entre los mercados globales. Analistas advierten que una escalada de este tipo podría afectar cadenas de suministro, precios de alimentos y materias primas, así como tensar aún más la frágil relación entre las dos economías más grandes del mundo.
El presidente estadounidense ha sido firme en su postura: su objetivo es presionar a Pekín para que cumpla con los acuerdos comerciales y compre productos estratégicos de EE. UU., especialmente del sector agrícola. China, por su parte, ha señalado que sus decisiones de importación se basan en necesidades internas y condiciones de mercado, evitando comprometerse a compras forzadas.
La reacción de los mercados no se hizo esperar. Las acciones de empresas agrícolas y exportadoras de materias primas estadounidenses mostraron volatilidad, mientras los futuros del aceite de cocina y la soja registraban movimientos al alza ante la incertidumbre generada por las amenazas de Trump.
Expertos señalan que, de materializarse estas represalias, podrían verse afectadas no solo las exportaciones agrícolas, sino también sectores industriales vinculados a productos de consumo y materias primas. Además, advierten que la confrontación podría prolongar la guerra comercial, con consecuencias negativas para la economía global y la confianza de inversores internacionales.
Mientras tanto, la Casa Blanca asegura que cualquier medida será “proporcionada” y destinada a proteger los intereses de Estados Unidos. Sin embargo, la dureza del lenguaje de Trump y la insistencia en responsabilizar a China por la falta de compras de soja ha encendido todas las alarmas diplomáticas y económicas.
En este escenario, la comunidad empresarial y los agricultores estadounidenses siguen de cerca los pasos del gobierno, esperando claridad sobre los posibles impactos en exportaciones y precios. La tensión entre Washington y Pekín continúa escalando, y cada declaración de Trump se convierte en un factor clave que puede mover mercados y alterar el comercio internacional.