Trump rompe negociaciones con Canadá y acusa a Ottawa de “interferir en decisiones judiciales”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión inmediata de todas las negociaciones comerciales con Canadá, tras acusar al gobierno canadiense de difundir un anuncio “fraudulento” que utilizaba imágenes del expresidente Ronald Reagan para criticar los aranceles. El mandatario calificó la maniobra como un “acto de injerencia inaceptable” y defendió que las tarifas son esenciales para la seguridad nacional.
La relación entre Washington y Ottawa atraviesa su momento más tenso en años. En un mensaje publicado en Truth Social, el presidente Donald Trump declaró el fin de las negociaciones comerciales bilaterales con Canadá, un paso que supone un abrupto giro en las relaciones económicas entre los dos principales socios del continente.
“En base a su comportamiento atroz, todas las negociaciones comerciales con Canadá quedan terminadas”, escribió el mandatario, añadiendo que “los aranceles son vitales para la seguridad nacional y la economía estadounidense”.
El origen de la disputa se encuentra en un anuncio difundido en medios canadienses en el que se mostraban imágenes del expresidente Ronald Reagan criticando la imposición de aranceles. Según Trump, el contenido era “fraudulento” y formaba parte de una estrategia del gobierno de Justin Trudeau para influir en la opinión pública y “manipular decisiones judiciales” dentro de Estados Unidos.
La Casa Blanca sostiene que el anuncio cruzó una “línea roja” al involucrar la figura de un expresidente estadounidense en un contexto político extranjero. “Es un intento directo de interferencia”, dijo un portavoz del Ejecutivo, que calificó el episodio como un “ataque a la soberanía institucional de Estados Unidos”.
La ruptura llega en un momento clave, justo cuando ambos países discutían ajustes en acuerdos comerciales sectoriales y temas de cooperación energética. Analistas advierten que la decisión podría tener efectos inmediatos en el comercio bilateral, valorado en más de 800.000 millones de dólares anuales, y complicar la coordinación en asuntos estratégicos como la transición energética, la industria automotriz y la seguridad fronteriza.
Desde Ottawa, fuentes del gobierno canadiense lamentaron la reacción de Washington y aseguraron que el video en cuestión “no fue producido ni financiado por ninguna institución pública”, sino por un grupo independiente que buscaba abrir debate sobre los efectos económicos de los aranceles. Sin embargo, la respuesta no pareció satisfacer a la administración Trump, que insiste en que la campaña “cuenta con respaldo oficial” y que su difusión constituye una “violación de confianza entre aliados”.
El tono del presidente estadounidense no deja margen para la negociación a corto plazo. “Canadá ha demostrado una conducta desleal hacia su principal socio comercial. No toleraremos injerencias disfrazadas de propaganda”, añadió Trump.
Los mercados financieros reaccionaron con cautela ante el anuncio. El dólar canadiense cayó ligeramente frente al billete verde, mientras que los sectores agrícola y automotriz —altamente integrados entre ambos países— quedaron bajo observación.
El conflicto amenaza con abrir un nuevo capítulo de tensiones en el bloque norteamericano, apenas unos años después de la renegociación del T-MEC, el acuerdo comercial que sustituyó al NAFTA. Con esta ruptura, la administración Trump vuelve a colocar el comercio internacional en el centro de su estrategia política, en una señal de que el proteccionismo estadounidense sigue siendo una bandera prioritaria en su segundo mandato.
