Impactante destello ilumina Florida y deja sin explicación a expertos y vecinos
Un misterioso destello cruzó el cielo de Florida provocando alarma y múltiples interpretaciones. Mientras algunos apuntan a un meteorito, otros expertos sugieren que fue basura espacial entrando en la atmósfera. Analizamos testimonios y el debate científico detrás del extraño fenómeno.
La tarde del 10 de noviembre de 2025 quedará grabada en la memoria de los floridanos. Un destello intenso cruzó los cielos del estado, visible desde Tampa hasta Orlando, desatando una ola de desconcierto, teorías y preocupación. En cuestión de minutos, las redes sociales se inundaron de videos, testimonios y conjeturas sobre lo que muchos describieron como un “relámpago que tembló la tierra”.
El fenómeno que paralizó Florida
Pasadas las 19:30 hora local, una luz brillante irrumpió en el firmamento y fue seguida por un fuerte estruendo que hizo vibrar puertas, ventanas y suelos. Algunos testigos relataron que las mascotas reaccionaron con pánico, mientras otros aseguraron haber sentido “una onda expansiva leve”, similar a la de una explosión distante.
En plataformas como Twitter, Instagram y Facebook, los videos comenzaron a viralizarse casi al instante. Los clips mostraban un objeto incandescente descendiendo lentamente, dejando una estela luminosa verdosa y un rastro de humo que persistió varios segundos.
El usuario Mario Naufar, desde las afueras de Tampa, describió la escena como “un destello que convirtió la noche en día durante dos segundos” y aseguró que “las ventanas vibraron como si hubiese pasado un avión supersónico justo encima”.
Testimonios y desconcierto
El fenómeno generó un eco de teorías y especulaciones. Algunos hablaban de un meteorito, otros de un satélite desintegrándose, e incluso hubo quienes relacionaron el suceso con pruebas militares secretas. Pero lo que más llamó la atención fueron los ruidos posteriores al destello, que para algunos expertos son un indicio de fragmentación atmosférica.
“Los sonidos asociados a la luz sugieren que el objeto atravesó parte de la atmósfera antes de desintegrarse, liberando energía acústica”, explicó Sarah Levine, astrofísica del Kennedy Space Center, quien pidió cautela antes de sacar conclusiones precipitadas.
Meteorito o basura espacial: dos hipótesis enfrentadas
La comunidad científica no tardó en pronunciarse, aunque sin consenso. Varios astrónomos locales apuntaron que el brillo, el color y la duración del fenómeno coinciden con el paso de un bólido, un tipo de meteorito que se incendia al entrar en la atmósfera a velocidades superiores a los 20 km/s.
Sin embargo, otros especialistas, como el meteorólogo James Spann, discrepan. Según sus observaciones, “el objeto se movía demasiado lento para ser un meteoro auténtico”. Spann sostiene que las características visuales y el trayecto del destello son más consistentes con un satélite o fragmento de cohete desintegrándose durante su reentrada.
“El ritmo irregular y la fragmentación visible son típicos de restos espaciales que caen a la atmósfera”, señaló Spann. “Estos trozos de metal generan un espectáculo luminoso, pero su trayectoria suele ser más horizontal y menos veloz que la de un meteorito”.
Hasta el momento, ninguna agencia estadounidense —ni la NASA, ni el Departamento de Defensa— ha emitido un comunicado oficial confirmando la naturaleza del fenómeno. La ausencia de una respuesta institucional ha alimentado todavía más la especulación.
Basura espacial: el enemigo silencioso que no deja de crecer
Detrás del misterio, los científicos recuerdan un problema creciente: la basura espacial. Actualmente orbitan la Tierra más de 36.000 fragmentos rastreables de satélites y cohetes inactivos, y millones de piezas más pequeñas imposibles de monitorear. Muchos de ellos acaban reingresando a la atmósfera sin previo aviso, creando destellos espectaculares y, en ocasiones, sustos como el vivido en Florida.
“Cada semana algo cae”, advierte Gregory Hamilton, investigador del Space Surveillance Network. “Lo que antes era un evento extraordinario se está volviendo parte de la nueva normalidad orbital”.
El problema, además de visual, es potencialmente peligroso. Aunque la mayoría de los restos se desintegran por completo antes de tocar el suelo, algunos fragmentos pueden sobrevivir y caer en zonas habitadas. La falta de regulación internacional efectiva y el aumento exponencial de lanzamientos comerciales han hecho que el control de estos objetos sea cada vez más complicado.
Entre la fascinación y la advertencia
Más allá del susto, el episodio del 10 de noviembre ha servido como recordatorio de nuestra creciente dependencia tecnológica y su impacto en el espacio cercano a la Tierra. Lo que para muchos fue un espectáculo visual inolvidable, para los expertos es una llamada de atención.
“Estamos rodeados de miles de objetos en órbita, y cada reentrada es una advertencia silenciosa”, subraya Levine. “Si no establecemos normas más estrictas, el cielo nocturno será testigo de más eventos como este, y no siempre con finales inocuos”.
Por ahora, el destello de Florida sigue siendo un enigma sin resolver. ¿Fue un meteorito perdido o el último suspiro de un satélite olvidado? Mientras los científicos analizan los videos y los radares, los habitantes del estado continúan hablando del fenómeno que, por unos segundos, convirtió la noche en día y sembró más preguntas que respuestas.