Trump se verá con Zelenski en Nueva York: Rubio confirma contactos directos con Putin
La próxima semana Nueva York volverá a ser escenario de la diplomacia global con la celebración de la Asamblea General de la ONU, y allí se producirá uno de los encuentros más esperados de la política internacional: Donald Trump y Volodímir Zelenski volverán a verse las caras en un momento crucial para el conflicto en Ucrania. Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, fue el encargado de confirmarlo durante su visita a Israel, donde ofreció detalles que refuerzan la relevancia de esta cita.
Según explicó, Trump no solo ha mantenido contactos constantes con el presidente ucraniano en los últimos meses, sino que también ha sostenido conversaciones directas con Vladímir Putin. Estas comunicaciones, junto con los encuentros previos entre Trump y Zelenski, apuntan a un esfuerzo deliberado por construir un marco de negociación que pueda abrir la puerta a un eventual acuerdo de paz.
La coincidencia con la Asamblea General de Naciones Unidas convierte a esta reunión en un movimiento cargado de simbolismo. Más allá de la foto oficial, el encuentro en Nueva York será una señal para la comunidad internacional sobre la disposición de las partes a explorar una salida diplomática. Que Trump haya intensificado el contacto con Putin refleja que Washington no se limita a reforzar su apoyo militar a Kiev, sino que trata de mantener abiertos canales que permitan medir la disposición real del Kremlin a sentarse en la mesa de diálogo.
Zelenski, por su parte, afronta esta cita con el reto de preservar la legitimidad de Ucrania como actor central en cualquier negociación. Su participación activa es imprescindible para que cualquier acuerdo tenga validez y no se perciba como una imposición desde fuera. Las dudas sobre qué condiciones podrían aceptarse, hasta qué punto se cedería soberanía o qué compromisos exigiría Rusia siguen estando presentes, pero el hecho de que el líder ucraniano continúe en la primera línea diplomática refuerza la posición de su país.
La clave estará en comprobar si este encuentro logra ir más allá de las declaraciones de intenciones y sienta las bases de un proceso de paz realista. Hasta ahora, los esfuerzos se han visto frustrados por la falta de confianza mutua y la dificultad de alcanzar compromisos verificables. Sin embargo, la cita de Nueva York reabre el debate sobre la posibilidad de que el diálogo vuelva a formar parte de la estrategia internacional frente al conflicto.
El mundo estará pendiente de lo que ocurra la próxima semana. La combinación de reuniones previas, llamadas a Moscú y la visibilidad que ofrece la Asamblea General convierten a esta cita en un momento clave para el tablero geopolítico. La pregunta es si se trata de un primer paso hacia una solución negociada o si, una vez más, quedará en una puesta en escena sin efectos concretos.
