Cuando lo “seguro” se convierte en trampa

UNICEF alerta: las “zonas seguras” en Gaza son “lugares de muerte”

El portavoz de UNICEF, James Elder, rompió el silencio: las áreas designadas como refugios en el sur de Gaza se han vuelto mortales. Los bombardeos alcanzan escuelas, campamentos y tiendas de campaña con una “previsibilidad escalofriante”. En medio del conflicto, la retórica de protección deja de tener sentido cuando la vida misma sigue siendo la que está en riesgo.

UNICEF afirma que las zonas seguras de Gaza son lugares de muerte - E P A / H A I T H A M I ​​M A D
UNICEF afirma que las zonas seguras de Gaza son lugares de muerte - E P A / H A I T H A M I ​​M A D

Desde su renovada vocación informativa, Negocios.com busca que los grandes temas globales —geopolítica, economía, derechos humanos— lleguen con claridad al lector. En ese espíritu, esta alerta de UNICEF sobre las zonas seguras de Gaza merece atención urgente: lo que debería ser un refugio es, según la ONU, un infierno encubierto.

James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, denunció ante la prensa en Ginebra que las zonas en el sur de Gaza que Israel ha instado a usar como “humanitarias” no pueden considerarse seguras para civiles evacuados. “Las bombas caen del cielo con una previsibilidad escalofriante… las tiendas de campaña… se ven regularmente envueltas en fuego por los ataques aéreos”, dijo Elder. Él añadió que refugios escolares y campamentos identificados como puntos protegidos han sido golpeados una y otra vez.

Este escenario vuelve falsa la narrativa de “cinturón seguro” al que los palestinos debían trasladarse. Israel ha pedido que la población se reubique en Al-Mawasi, declarado zona humanitaria al inicio del conflicto. Pero UNICEF insiste en que, mientras no se garanticen servicios básicos —agua, alimentación, saneamiento— ninguna zona está libre de riesgo. (AFP) 

Los ataques repetidos en Al-Mawasi brindan ejemplos dolorosos de esa contradicción. En septiembre de 2024, al menos 19 a 40 personas murieron en bombardeos sobre campamentos que habían sido designados como zonas seguras. Las tiendas de desplazados, en teoría protegidas, quedaron reducidas a escombros. 

Ese patrón refuerza la denuncia de Elder: que ningún lugar en Gaza está exento del peligro. UNICEF sostiene que el derecho internacional exige a la potencia ocupante —Israel— proporcionar condiciones humanitarias mínimas cuando se ordena evacuación. Pero hoy esas condiciones son letra vacía.

La crisis no es solo militar, es humanitaria. Según datos de UNICEF, más de un millón de niños viven atrapados en Gaza en un contexto de escasez extrema de agua, medicinas y alimentos. Hasta la fecha, cientos de miles han sido desplazados múltiples veces. La agencia advierte que las estructuras que deberían proteger a la infancia —hospitales, escuelas, refugios— han sido atacadas o están saturadas.

Elder alertó también que la tragedia avanza con previsión: las víctimas no son resultados colaterales fortuitos, sino consecuencia de un patrón sistemático. “Las bombas caen con previsión”, dijo, señalando que las estructuras identificadas como “refugios humanos” están siendo atacadas regularmente.

Para la comunidad internacional, el mensaje es desesperante: no basta con designar zonas seguras en el mapa. Se requiere control real del espacio aéreo, supervisión independiente, acceso humanitario irrestricto y sanciones claras en caso de incumplimiento. Sin eso, la noción de refugio se convierte en un engaño que alimenta la desesperanza.

La llamada es urgente: no hay margen para medias tintas cuando cada día de retraso implica vidas humanas. Si la guerra de Gaza convierte en “lugares de muerte” lo que deberían ser zonas de protección, entonces la respuesta política, diplomática y humanitaria debe elevarse con igual contundencia.

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