Villarroya

VILLARROYA: "Si detienen a Putin en Europa para una conversación desataría una Guerra Mundial"

Villarroya advierte que detener a Putin en Europa para una conversación podría desatar una Guerra Mundial

Negocios TV: José Miguel, muy buenas tardes, ¿qué tal? ¿Cómo te encuentras?

José Miguel Villaroya: Muy bien, encantado de estar contigo otra vez.

Negocios TV: Me gustaría, lo primero de todo, preguntarte, ¿cómo enmarcas tú la actual coyuntura geopolítica en Europa del Este desde una perspectiva histórica? ¿Estamos ante una redención, por así decirlo, de la Guerra Fría o es algo más complejo?

José Miguel Villaroya: Bueno, yo creo que estamos lejos de lo que era la Guerra Fría. En la Guerra Fría había dos bloques totalmente enfrentados, no solamente por temas geopolíticos, sino también por temas ideológicos y de formas de entender el mundo. No es la situación en la que nos encontramos ahora. Además, la mayoría de países de la Europa del Este lo que guardan ahora son sentimientos antirrusos, que son sentimientos históricos. Se amortiguaron en la época soviética, del Pacto de Varsovia, pero si miras la historia europea, excepto algunos países de los Balcanes que históricamente habían tenido una buena relación con Rusia, como Serbia o Bulgaria, el resto eran países que siempre habían orbitado en la línea antirrusa.

Yo creo que lo que hay es una reposición. La Guerra Fría, en el momento en que se disuelve la Unión Soviética y empiezan a aparecer independencias de países que antiguamente habían sido repúblicas soviéticas o que formaban parte del imperio zarista, lo que hay ahora es una reconfiguración de las fronteras. Se hicieron mal y ahora se intentan buscar soluciones. El tema ucraniano viene fundamentalmente porque no se cumple con lo que se le prometió a Gorbachov: que la OTAN no se iba a expandir a la Europa del Este. Vimos que no es cierto, que se ha expandido y ahora se intentó incluir a Ucrania dentro de la OTAN, y bueno, pues Rusia actuó.

Negocios TV: Trump ha calificado en las últimas horas como muy productiva la llamada que tuvo ayer con Putin, después de hablar con los líderes europeos y con Zelenski. ¿Qué puede significar eso en el lenguaje geopolítico? ¿Hay más intereses detrás?

José Miguel Villaroya: Bueno, Trump siempre dice que todo va bien, luego ya hemos visto que no todo va bien. Tampoco sabemos mucho de lo que se habló en la reunión de Alaska entre Trump y Putin. Han salido cosas que no tienen nada que ver con Ucrania. Por ejemplo, hay un tema que les interesa mucho a los dos, que es la zona del Océano Ártico. Ahí ya vimos que va a haber una colaboración, que incluso Estados Unidos podría prestar rompehielos a Rusia para abrir las rutas comerciales.

Negocios TV: El informativo de última hora indica que Putin habría ofrecido Moscú como lugar de encuentro para reunirse con Zelenski y Trump, pero Zelenski lo habría rechazado, prefiriendo un país neutral. Además, se comenta que a Putin se le podría dar inmunidad temporal para asistir a una cumbre en Ginebra. ¿Qué precedente sentaría esto y qué opina de esta negativa de Zelenski a ir a Moscú?

José Miguel Villaroya: Yo creo que si al final llegaran a un acuerdo para irse a Ginebra, imagino que no iban a buscarle las tres pies al gato, porque eso generaría un problema de derecho internacional, una guerra abierta. Las autoridades suizas le darían un salvoconducto temporal. Ofrecer Moscú, por un lado, es para evitar que pudiera pasar alguna cosa rara, pero también es simbólico. Que vaya Zelenski a Moscú es que reconozca que ha perdido la guerra. Ahora la pelota está en el tejado de Zelenski, desde el día de Alaska. Siempre es bienvenido que la gente hable, pero no porque hablen las cosas van a terminar.

Negocios TV: Trump también dijo que no cree necesario un alto al fuego para negociar, mientras los combates continúan. ¿Qué impacto tiene esta visión pragmática?

José Miguel Villaroya: No, yo creo que eso es una concesión de la administración norteamericana a la parte rusa. Hasta ahora, se había dicho que para sentarse a negociar, primero tenía que haber un alto al fuego, a lo que Rusia siempre se ha negado. Ahora la administración Trump ha dicho: "bueno, vamos a sentarnos a negociar y la guerra que siga por su cuenta". La victoria de Trump no es tanto en que eso lo haya aceptado, sino en conseguir, supongo que por imposición, que la parte ucraniana y europea hayan aceptado esta condición rusa.

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