EE.UU. impone más sanciones petroleras a Irán: ¿un plan perfecto o un error?

EE.UU. cumple con lo prometido. Esta semana el Senado estadounidense ha hecho lo propio después de que Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, lo anunciara unos días atrás. “Pondremos sanciones adicionales sobre Irán en los próximos días”, prometía Yellen. Y lo prometido es deuda.

Esta semana el Senado, además de votar sobre la ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán, ha decidido implementar sanciones adicionales sobre el petróleo de Irán. Esa ha sido la respuesta que Washington ha decidido aplicar después de que Irán respondiera al ataque de Israel sobre su embajada en Damasco, Siria. 

Sin embargo, al mercado le ha sorprendido que Estados Unidos ampliara las sanciones petroleras a Irán cuando, precisamente, es vox populi que Washington lleva meses haciendo la vista gorda. De hecho, Irán está exportando más petróleo que en cualquier otro momento de los últimos seis años, dando a su economía un impulso de 35.000 millones de dólares (32.800 millones de euros).

En el primer trimestre de 2024, Teherán ha vendido una media de 1,56 millones de barriles diarios durante los tres primeros meses del año, casi todo a China, lo que supone su nivel más alto desde el tercer trimestre de 2018, según la empresa de datos Vortexa. Muchos expertos coinciden en que esto solo puede haberlo conseguido si Estados Unidos ha hecho la vista gorda con las sanciones ya existentes sobre el petróleo de Irán. El objetivo de Biden era claro: ampliar la oferta de petróleo en el mundo para compensar los recortes de producción de la OPEP. No obstante, a pesar de eso, Washington ha querido implementar un castigo mayor sobre el crudo iraní.

- Publicidad-

El proyecto de ley, que fue aprobado el martes por la noche por 79 votos a favor y 18 en contra, amplía las sanciones para incluir puertos, buques y refinerías extranjeros que, a sabiendas, procesen o envíen crudo iraní en violación de las sanciones estadounidenses existentes.
También amplía las llamadas sanciones secundarias para cubrir todas las transacciones entre instituciones financieras chinas y bancos iraníes sancionados utilizados para comprar petróleo y productos derivados del petróleo.

La medida requeriría una determinación anual sobre si las instituciones financieras chinas han incurrido en conductas que violan conductas sancionables, según un informe del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, que dijo que el 80% de los aproximadamente 1,5 millones de barriles por día de exportaciones de Irán van a China para ser refinado por pequeñas refinerías independientes conocidas como “teteras”.

Una de las grandes dudas sobre esta extensión de las sanciones es respecto a su efectividad. Las medidas afectan directamente a empresas chinas que ayudan a Irán a exportar su petróleo. Sin embargo, Pekín y Washington no gozan de la mejor relación en estos momentos mientras que China e Irán son aliados. 

¿De verdad prescindirá Pekín de su crudo iraní para contentar a Washington?

noticias relacionadas.

- Publicidad -