Avi Loeb y el misterioso 3I/Atlas: ¿una tecnología extraterrestre en nuestro sistema solar?
El astrónomo Avi Loeb analiza el objeto interestelar 3I/Atlas, cuyas características y trayectoria sugieren que podría ser tecnología extraterrestre. La NASA monitorea este fenómeno sin precedentes mientras se debate la necesidad de protocolos internacionales para futuros hallazgos.
El cosmos sigue guardando secretos que desafían nuestra comprensión y, en esta ocasión, el intrigante objeto conocido como 3I/Atlas despierta inquietudes pocas veces vistas en la astronomía reciente. Avi Loeb, prominente astrónomo de Harvard y cabeza del Galileo Project, pone sobre la mesa una hipótesis que sin duda avivará debates: ¿podría tratarse de una tecnología extraterrestre enviada deliberadamente? Los indicios recolectados hasta ahora plantean más preguntas que respuestas.
Características excepcionales de 3I/Atlas
Detectado el 1 de julio de 2025, 3I/Atlas rápidamente ha captado la atención por propiedades que no encajan con los modelos clásicos. Para empezar, su masa es un millón de veces mayor que la del famoso 'Oumuamua', otro objeto interestelar previamente observado. Pero no es solo eso: su órbita se alinea casi de manera perfecta con el plano en el que orbitan los planetas del sistema solar, una coincidencia estadísticamente casi imposible, que se esperaría solo una vez cada quinientos intentos al azar.
Además, sus características físicas arrojan más dudas que certezas. Contrario a cometas típicos, 3I/Atlas refleja la luz solar de regreso al Sol, no alejándola, y su composición está marcada por una riqueza en níquel pero con una sorprendente ausencia casi total de hierro. Es decir, ni su trayectoria ni su cuerpo responden a los patrones habituales que manejan los astrónomos.
Trayectoria y observaciones futuras
El análisis de su ruta revela que ya pasó cerca de Marte en octubre de 2025 y se espera que se acerque a Júpiter en marzo de 2026. Según Loeb, esta trayectoria denota “un timing casi perfecto” que no puede tomarse a la ligera. Por esta razón, la NASA ha decidido monitorear cuidadosamente el objeto utilizando las sondas Juno y Mars Reconnaissance Orbiter, con la intención de detectar posibles señales o movimientos que puedan indicar inteligencia detrás de su presencia.
Esta vigilancia intensificada cobra sentido si consideramos que no hay precedentes claros para un objeto con tales comportamientos dentro de nuestro sistema, haciendo que la comunidad científica se encuentre en un estado de máxima alerta y curiosidad.
Posibilidad de un origen artificial y precauciones recomendadas
Aunque Avi Loeb aclara que la explicación natural es aún la más probable, no descarta la opción de que 3I/Atlas sea producto de tecnología extraterrestre. Para situar los riesgos, propone una “escala Loeb” para medir el riesgo tecnológico, donde califica al objeto con un 3 o 4 —un nivel que, asegura, es demasiado elevado como para ignorarlo.
Lejos de caer en alarmismos, el investigador advierte que la humanidad aún no está preparada para un contacto de esta índole. Por tal motivo, sugiere la creación de un comité internacional que centralice y coordine la observación de futuros objetos interestelares, así como la elaboración de protocolos claros y efectivos.