Wall Street mira a Nueva York y a la ONU

Futuro plano en EE. UU. a la espera del 80º periodo de sesiones y del pulso diplomático por Palestina

os futuros del Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100 amanecen sin dirección clara mientras arranca en Nueva York el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, marcado por la crisis de Gaza y una oleada de reconocimientos del Estado palestino por parte de potencias occidentales. En la agenda macro, el mercado aguarda hoy los PMI “flash” de septiembre; las ventas de viviendas existentes de agosto llegarán el jueves.
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EPA/JUSTIN LANE

La sesión de preapertura en Estados Unidos se cocina a fuego lento. A primera hora, los contratos vinculados al Dow Jones, al S&P 500 y al Nasdaq 100 se movían prácticamente en plano, con el ánimo del inversor retenido por un doble foco: la macro que toca y la geopolítica que arde. El telón de fondo, además, incluye el seguimiento a la próxima intervención del presidente de la Reserva Federal y a una semana cargada de referencias que pueden reordenar expectativas de crecimiento e inflación. El tono del mercado es de espera, más que de convicción, y así lo reflejan los principales indicadores en la antesala del cash.

La geopolítica pisa fuerte y lo hace en Manhattan. La Asamblea General de Naciones Unidas inaugura su 80º periodo de sesiones con la guerra de Gaza y el futuro del reconocimiento internacional del Estado de Palestina como gran eje de fricción. En las últimas 48 horas se ha acelerado un giro diplomático poco habitual: Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal han anunciado el reconocimiento, movimiento que otros socios europeos contemplan secundar estos días en Nueva York. Es un paso con implicaciones de largo alcance en la arquitectura de seguridad de Oriente Próximo y en la relación transatlántica, y que llega con Washington y Tel Aviv en abierta oposición. Francia, por su parte, ha oficializado también su reconocimiento, subrayando que la solución de dos Estados no admite más dilaciones.

Ese reordenamiento del tablero internacional coexiste con la rutina —crucial— de los datos. Para hoy, los gestores de cartera en Wall Street tienen marcado en rojo el PMI “flash” de septiembre, termómetro adelantado de la actividad en manufacturas y servicios que ayuda a tomar el pulso a pedidos, empleo y precios pagados. La publicación está prevista para esta jornada, lo que aportará visibilidad sobre cómo llega el cuarto trimestre. En vivienda, conviene ajustar el calendario: el informe de ventas de viviendas existentes que conoceremos esta semana corresponde a agosto y se publicará el jueves; la lectura de septiembre no se espera hasta el 23 de octubre, de acuerdo con la agenda oficial de la patronal inmobiliaria estadounidense.

En divisas, el euro también se mueve con parsimonia frente al dólar en la zona de 1,18, nivel coherente con la foto reciente de tipos relativos, diferencial de crecimiento y expectativas de bancos centrales. La estabilidad de la paridad en estas horas sugiere que, por ahora, la macro y la ONU pesan tanto como para frenar apuestas direccionales fuertes antes de ver los primeros titulares y datos.

Para el inversor español, el cóctel es reconocible: mercados en modo “esperar y ver”, titulares diplomáticos con impacto potencial en materias primas y flujos de refugio, y un PMI que puede avivar el debate sobre el aterrizaje suave de la economía estadounidense. Si los índices confirman la tibieza de la preapertura y el PMI no sorprende al alza en precios pagados, el relato dominante seguirá siendo el de un crecimiento que aguanta sin forzar a la Fed a nuevos giros restrictivos. Cualquier desviación —una lectura caliente de precios en servicios o un titular de la ONU que eleve el riesgo geopolítico— bastaría para romper la calma. La clave, como siempre en Wall Street, será separar el ruido del movimiento de fondo.

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