Vende su piso por 100.000 euros por su cuenta y la inmobiliaria (que no hizo nada) le quiere cobrar 2.299 euros por colgar el anuncio
Vender una vivienda debería ser un proceso relativamente sencillo, pero a veces el mayor dolor de cabeza no son los compradores… sino las propias agencias. Eso es justo lo que le ha ocurrido a un propietario que, tras poner a la venta su piso por 100.000 euros, ha terminado enfrentándose a una factura de 2.299 euros por un servicio que, según él, nunca llegó a completarse.
La historia comienza en septiembre, cuando el dueño decide confiar la venta de su vivienda a una inmobiliaria. Ambas partes firman un acuerdo: la agencia cobraría un 4,8% de comisión únicamente si encontraba comprador. Hasta ahí, lo habitual.
Pero la operación dio un giro inesperado.
Un comprador aparece por otra vía… y cambia todo
En noviembre, un amigo del sector inmobiliario le comenta que tiene un interesado. Tras una visita rápida, el comprador acepta adquirir el piso. Negocio cerrado.
El propietario, consciente de que la agencia no ha intervenido en la operación, les informa de que el comprador no viene de ellos. La respuesta de la inmobiliaria parece razonable al principio:
“No se preocupe, si no lo hemos vendido nosotros, solo le cobraremos los servicios realizados: publicación, visitas y gestión del anuncio”.
Pero cuando llega la factura, todo cambia.
La factura que lo desata todo: 2.299 euros
La agencia presenta un documento con todo lujo de detalles. Según la factura, estos serían los servicios prestados:
-
Asesoramiento inmobiliario: 120 €
-
Alta y gestión del anuncio: 100 €
-
Publicación durante 4 meses en portales: 300 €
-
Comercialización en oficina: 60 €
-
Visitas realizadas por sus clientes (11 horas): 825 €
-
Visitas por terceros: 95 €
-
Horas de seguimiento comercial: 160 €
-
Filtrado económico de interesados: 160 €
-
Cuotas de mantenimiento del anuncio: 80 €
Subtotal: 1.900 €
-
IVA: 399 €
Total: 2.299 €
En septiembre, decidí poner a la venta un piso de 100.000€.
— Sergi Benet (@sergibenet) November 29, 2025
Lo hablé con una agencia y pactamos una comisión del 4,8% por la venta.
En noviembre, un amigo del sector me dice que tiene un comprador y tras una visita, decide comprar el piso.
Como la otra agencia no ha… pic.twitter.com/0n1OxchN60
El propietario, desconcertado, se hace la pregunta que cualquier lector se haría:
¿Es normal esta factura?
La respuesta, según varios expertos en derecho inmobiliario, es clara:
Sí, puede ser legal… pero no necesariamente justa.
Depende de lo firmado.
Y ahí está la clave.
Lo que suele ocurrir en estos casos:
-
Muchas agencias incluyen una cláusula que les permite cobrar “gastos de gestión” incluso si finalmente no venden el inmueble.
-
Pero esos gastos deben estar claramente detallados y aceptados por escrito.
Si no aparecen en el contrato, pueden ser impugnados. -
Cobrar por visitas, filtrado de clientes o comercialización debe ser proporcional y razonable.
Cargar 825 € por 11 horas de visitas puede considerarse excesivo si no había precio por hora pactado. -
Las cantidades por “mantenimiento del anuncio”, “filtraje económico” o “comercialización en oficina” suelen ser motivo de polémica:
si no están en contrato, un juez podría tumbarlas. -
El IVA del 21% es obligatorio, porque estos servicios cuentan como actividad profesional.
Lo que recomiendan los abogados:
-
Revisar el contrato firmado con la agencia.
Si no aparece ninguna tabla de precios ni se menciona el pago por horas, la factura es discutible. -
Solicitar justificantes reales de las visitas, horas y gestiones que dicen haber realizado.
-
Reclamar por escrito si algún concepto no está documentado.
-
Y, si la agencia insiste, acudir a Consumo o presentar una mediación en la OMIC.
Muchos casos se resuelven ahí porque a la agencia no le interesa exponerse.
El sentimiento del afectado: “Pensé que me cobrarían poco… y me cayó casi una comisión entera”
Según relata, lo que más le ha molestado no es pagar algo por el trabajo hecho, sino la sensación de que la factura está inflada:
“Me dijeron que serían solo los servicios básicos, pero me han cobrado casi lo mismo que si hubieran vendido el piso”.
No es el primer caso. Asociaciones de consumidores llevan años alertando de estas prácticas:
facturas de 1.000 a 3.000 euros por anuncios y visitas, incluso sin éxito de venta.
El debate sigue abierto
Muchos defienden que las agencias deben cobrar por su tiempo, incluso si no venden.
Otros creen que estas facturas deberían estar mucho más reguladas.
Pero, en medio de todo esto, una cosa está clara:
el propietario se pregunta si ese trabajo vale realmente 2.299 euros.
Y con la factura en la mano, es difícil no hacerse la misma pregunta.

