El desplome del Dow Jones tras su récord enciende las alarmas: el mercado teme que la Fed frene los recortes de tipos

El Dow Jones se desploma tras marcar un récord y las alarmas saltan en el mercado ante el temor de que la Fed detenga los esperados recortes de tipos, ¿qué puede pasar ahora con tus inversiones?

FR TORO DE WALL STREET
FR TORO DE WALL STREET

Wall Street vivió este jueves una de sus jornadas más tensas del año. Apenas 24 horas después de celebrar un cierre histórico por encima de los 48.000 puntos, el Dow Jones se hundió casi un 1,7%, una caída tan inusual que solo se ha visto 10 veces en los últimos 20 años tras un máximo histórico.

El retroceso no fue aislado: el S&P 500, el Nasdaq y el Russell 2000 firmaron su peor sesión desde el 10 de octubre, arrastrados por un clima de pesimismo creciente y por un factor que ahora domina todas las conversaciones: la Reserva Federal podría no recortar los tipos en diciembre.

La Fed siembra dudas y desata la venta masiva

Las probabilidades de un nuevo recorte de tipos el próximo mes se desplomaron desde el 63% del miércoles hasta rozar el 50%, antes de recuperar terreno. ¿El motivo? Los mensajes de varios altos cargos de la Fed, que insistieron en que la inflación sigue siendo “pegajosa”, mientras la economía mantiene una sorprendente solidez.

El impacto fue inmediato.
El S&P 500 cayó un 1,7%; el Nasdaq, un 2,3%; y el Dow, casi 800 puntos. Los inversores huyeron tanto de tecnológicas como de acciones de valor, rompiendo incluso la rotación defensiva hacia el sector salud que había impulsado al Dow días atrás.

La presión también llegó al mercado de deuda: la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años repuntó hasta el 4,11%, reflejo del miedo creciente a que los tipos altos se mantengan por más tiempo.

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Las tecnológicas vuelven a sufrir: los gigantes de la IA entran en corrección

El nerviosismo golpeó especialmente a los pilares del rally tecnológico de los últimos años. Nvidia, la empresa más valiosa de Estados Unidos, acumula ya una caída cercana al 10% desde su último máximo. Meta y Tesla también han entrado en territorio de corrección —más del 10% desde sus picos recientes—, comprometiendo la recuperación del Nasdaq, que encadena dos semanas de descensos y podría cerrar su peor periodo quincenal desde abril.

El entusiasmo por el fin del histórico cierre del Gobierno estadounidense tampoco ayudó a sostener el mercado: para muchos analistas, fue un clásico caso de “comprar el rumor, vender la noticia”.

Una caída atípica… y preocupante

Que el Dow se desplome así tras un récord no es habitual. Según datos históricos, la de este jueves fue la 22ª mayor caída posterior a un máximo desde finales del siglo XIX. El precedente más cercano: una jornada del 2020 en pleno caos pandémico.

A esto se suma otro problema: la escasez de datos económicos tras el prolongado cierre del Gobierno, un vacío que impide a los inversores medir con precisión el estado real de la economía.

“Necesitamos datos. Sospecho que la mayoría de las cifras macro van a mostrar debilidad”, advertía Peter Cardillo, economista jefe de Spartan Capital.

Las pequeñas compañías y el cripto, en caída libre

Mientras los gigantes del mercado sufrían, las empresas de perfil más especulativo vivieron un auténtico desplome. El Russell 2000 cayó un 2,8%, lastrado por nombres que habían sido favoritos de los inversores minoristas durante el año.

El ejemplo más extremo es Rigetti Computing, estrella del boom del cómputo cuántico, que se dejó un 11% en la sesión y acumula un 43% de caída solo en noviembre. En biotecnología, Korro Bio fue uno de los peores valores del día.

Incluso el mercado cripto se vio arrastrado: Bitcoin cayó por debajo de los 100.000 dólares, su nivel más bajo desde mayo, reflejando un claro desarme del momentum en todos los activos de alto riesgo.

Un mercado en vilo… pendiente de diciembre

Con la reapertura del Gobierno y sin datos frescos, el mercado se prepara para semanas decisivas. El posible recorte de tipos en diciembre se ha convertido en el epicentro de todas las apuestas y, por ahora, los inversores asumen que la Fed podría optar por mantener la cautela.

Si la inflación no cede y la economía aguanta, los tipos podrían quedarse donde están… y Wall Street lo sabe.

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