Wall Street revoluciona con la fiebre de la IA mientras el Dow Jones se estanca
Los principales índices de Wall Street cerraron este lunes en verde, aunque lejos de sus máximos intradía, en una jornada marcada por las expectativas de recortes de tipos de interés en diciembre y el renovado apetito inversor por las acciones industriales impulsadas por la inteligencia artificial. El Dow Jones Industrial Average avanzó apenas unas décimas, mientras el Nasdaq subió alrededor del 1,5 %, liderado por el repunte tecnológico.
La jornada estuvo dominada por dos grandes titulares: la posibilidad de que la Reserva Federal reduzca los tipos de interés en su próxima reunión y el creciente entusiasmo por los proveedores industriales detrás del auge de la IA, un fenómeno que los analistas de BCA Research describen como “la nueva revolución industrial del siglo XXI”.
La Fed prepara el terreno para un recorte de tipos
La gobernadora de la Fed, Lisa Miran, señaló en una entrevista con CNBC que “algunos de los nuevos marcos regulatorios refuerzan el argumento para un recorte de tipos”, anticipando que el banco central podría reducir las tasas en al menos un cuarto de punto en diciembre. La declaración fue interpretada como una señal clara de que la Reserva Federal empieza a suavizar su postura monetaria, tras meses de endurecimiento.
Los analistas del mercado creen que la Fed busca un equilibrio entre el control de la inflación y la necesidad de sostener la actividad económica. El repunte de los despidos en octubre y la caída de la confianza del consumidor han alimentado la expectativa de que el ciclo de subidas ha llegado a su fin.
“Los nuevos marcos regulatorios están enfriando algunos sectores más rápido de lo previsto, y eso da espacio a un pequeño recorte”, comentó Miran, en declaraciones que los inversores recibieron como una invitación al optimismo cauteloso.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años repuntó levemente hasta el 4,10 %, mientras el dólar se mantuvo estable y el oro volvió a brillar, subiendo más de un 2 %.
La IA ya no se come solo los chips: ahora devora a las industriales
Si 2024 fue el año de las grandes tecnológicas, 2025 está siendo el de las infraestructuras que las sostienen. La llamada “fiebre del oro” de la inteligencia artificial ha cambiado de foco: los inversores ya no buscan únicamente a las empresas que desarrollan los modelos o los chips, sino a quienes fabrican los “picos y palas” del nuevo ciclo digital —las compañías que construyen, enfrían y alimentan los centros de datos que hacen posible la IA generativa.
En un informe reciente, BCA Research identificó un grupo selecto de empresas industriales y de materiales que podrían ser las grandes ganadoras de esta nueva ola. “La expansión de la computación impulsada por IA está encendiendo un poderoso ciclo industrial, con proveedores de bienes de capital y materiales posicionados como beneficiarios clave en la cadena de valor de los centros de datos”, explicó Irene Tunkel, estratega jefe de la firma.
El “cesto” de compañías preferidas por BCA —centrado en infraestructura de centros de datos— ha superado al índice de bienes de capital del S&P 500 y al mercado en general, combinando crecimiento de beneficios y valoraciones más razonables que las de los gigantes tecnológicos tradicionales.
Los nuevos protagonistas del boom
Entre las favoritas destacan los titanes de la maquinaria y la construcción como Caterpillar (CAT) y Quanta Services (PWR), esenciales en el desarrollo físico de los data centers. Les siguen empresas especializadas en sistemas de cableado y gases industriales, como Linde (LIN) y Ecolab (ECL), cuyas tecnologías permiten mantener la eficiencia de los servidores a gran escala.
La creciente demanda energética de los “hiperescaladores” —los gigantes del almacenamiento de datos— abre también un enorme mercado para las compañías de generación y gestión eléctrica. GE Vernova (GEV), Eaton (ETN) y Schneider Electric (SU) figuran entre las principales beneficiadas de esta transición.
Y si la energía es vital, el enfriamiento lo es aún más. Las cargas de trabajo de IA requieren temperaturas estables y controladas, lo que convierte a los especialistas en gestión térmica, como Trane Technologies (TT), Vertiv Holdings (VRT) y Pentair (PNR), en actores clave del ecosistema.
Según BCA, “la infraestructura de centros de datos representa una oportunidad de inversión estratégica a largo plazo, que permite a los inversores participar en el crecimiento estructural de la IA sin quedar expuestos a la volatilidad de una burbuja tecnológica”.
Un nuevo ciclo industrial, con sabor digital
Lo que hace apenas tres años era un sector considerado “aburrido”, hoy vive una segunda juventud bursátil. El entusiasmo por la inteligencia artificial ha devuelto protagonismo a las empresas de ingeniería pesada, materiales y logística. En los parqués, Caterpillar subió un 0,35 %, Ecolab avanzó un 0,05 %, mientras Linde y Quanta Services retrocedieron ligeramente tras el rally de la semana pasada.
Los analistas coinciden en que esta tendencia marca un cambio estructural: la digitalización ya no se limita al software o al silicio, sino que abarca también el acero, el cobre y las turbinas que sostienen los centros de datos que alimentan la IA generativa.
“Es la economía real al servicio del cerebro digital del mundo”, resumió un operador de Morgan Stanley en Nueva York. “Por cada modelo de IA que se entrena, alguien tiene que construir el edificio, conectar los cables y mantener el sistema en marcha. Y eso se traduce en beneficios tangibles para las industriales”.
Wall Street, entre la euforia y la cautela
Mientras tanto, el Dow Jones apenas logró mantenerse en positivo, reflejando el equilibrio entre el entusiasmo tecnológico y la prudencia macroeconómica. El Nasdaq subió un 1,5 %, impulsado por las grandes tecnológicas, mientras el S&P 500 avanzó con fuerza en el sector industrial.
El dólar se mantuvo plano, el crudo retrocedió ligeramente y el Bitcoin volvió a terreno positivo con una subida moderada, mientras los metales preciosos extendieron sus ganancias. En Europa, el Euro Stoxx 600 se revalorizó cerca de un 1,5 %, siguiendo el tono alcista global.
Con la Fed apuntando a un posible recorte y la IA generativa alimentando un nuevo superciclo industrial, los inversores enfrentan un panorama tan prometedor como volátil.
El apetito de la inteligencia artificial parece no tener límites —y esta vez, el plato principal en el menú de Wall Street son las industriales.