Dow Jones sube 300 puntos ante posible bajada de tipos en EE. UU. y sorpresa en Reino Unido
Los mercados globales avanzaron por cuarta sesión consecutiva este miércoles, impulsados por la renovada expectativa de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal en diciembre. A este impulso se sumó el fuerte desempeño del sector tecnológico estadounidense y los resultados de Dell Technologies, que lograron agitar al S&P 500 y consolidar el optimismo bursátil. Sin embargo, no todo fueron subidas limpias: la libra esterlina vivió un día turbulento después de que el organismo fiscal británico filtrara por error previsiones clave antes de la presentación oficial del presupuesto del Reino Unido.
El impulso de los mercados y el papel de la Reserva Federal
En Wall Street, los índices volvieron a teñirse de verde. El sector tecnológico lideró la jornada con una subida cercana al 1,5 %, impulsado por un salto de casi el 7 % en Dell tras presentar resultados y previsiones mejor de lo esperado. Este avance se suma al rally iniciado el viernes, cuando el mercado reaccionó con fuerza a unas declaraciones del presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, quien afirmó que los tipos podrían bajar en el corto plazo incluso aunque otros responsables del organismo insistieran en mantenerlos estables.
El sentimiento dovish se consolidó con las intervenciones de Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, y del gobernador Christopher Waller, quienes también respaldaron un recorte de tipos en diciembre. La probabilidad de una bajada de 25 puntos básicos se situó en el 84,9 %, muy por encima del 30,1 % de hace una semana, reflejando un giro notable en las expectativas del mercado.
Los datos macroeconómicos acompañaron este optimismo moderado: las solicitudes semanales de subsidio por desempleo cayeron hasta 216.000, el nivel más bajo desde abril y por debajo de las previsiones. Para analistas como Kim Forrest, de Bokeh Capital Partners, la idea clave es que la economía estadounidense “no está entrando en recesión, pero sí lo suficientemente débil como para permitir a la Fed nuevos recortes”.
Comportamiento de los principales índices globales
El Dow Jones subió 423 puntos hasta 47.535, el S&P 500 avanzó un 0,92 % hasta 6.828 y el Nasdaq sumó un 1,03 %. A nivel internacional, el índice MSCI global encadenó su cuarta subida consecutiva, con un avance del 1,10 %, su mejor racha en un mes. En Europa, el STOXX 600 cerró con su mayor subida en dos semanas, reflejando el tono positivo que se extendió por los mercados.
El dólar cedió ligeramente frente a otras divisas, mientras que el euro subió hasta los 1,1593 dólares. En este contexto, la libra esterlina repuntó un 0,51 %, aunque su comportamiento durante la jornada fue errático por la inesperada filtración del Office for Budget Responsibility, que publicó antes de tiempo sus previsiones económicas y fiscales.
La libra, entre la filtración y un presupuesto más exigente
Tras el traspié institucional, la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, presentó finalmente un presupuesto con un marcado carácter recaudatorio. El plan implica mayores cargas fiscales para trabajadores, ahorradores e inversores con el objetivo de disponer de mayor margen para cumplir los objetivos de reducción del déficit. La reacción en los mercados de bonos no se hizo esperar: los gilt a 10 años bajaron 7 puntos básicos hasta el 4,426 %, reflejando cierto respiro tras la volatilidad inicial.
Japón vigila el yen mientras el BoJ prepara un posible giro
En Asia, el yen continuó debilitándose frente al dólar pese a que, según fuentes citadas, el Banco de Japón estaría preparando al mercado para una posible subida de tipos tan pronto como el próximo mes. El organismo podría entrar en un ciclo más consistente de incrementos con la intención de cambiar la trayectoria de la moneda, que se mantiene presionada.
En un entorno donde los bancos centrales siguen marcando el pulso de los mercados globales, los inversores analizan cada declaración, filtración o dato macro con lupa. Tanto el recorte de tipos en EE. UU. como los ajustes fiscales en Reino Unido o el posible giro del BoJ configuran un cierre de año cargado de decisiones que influirán directamente en la confianza económica y en el rumbo de los activos de riesgo.
