El S&P 500 y el Nasdaq caen mientras Broadcom reaviva las dudas sobre una posible burbuja de la IA
Wall Street volvió a girar a la baja este viernes, con el S&P 500 y el Nasdaq en negativo, después de que Broadcom alertara de presión en márgenes ligada a la inteligencia artificial, enfriando el optimismo generado por el último mensaje de la Reserva Federal.
Wall Street gira a la baja tras el impulso de la Fed
Los principales índices de Wall Street registraron descensos este viernes, interrumpiendo el tono positivo que había dejado la Reserva Federal en la sesión previa. El S&P 500 y el Nasdaq se movieron en terreno negativo desde primera hora, reflejando un ajuste de posiciones en el sector tecnológico después de que los resultados y previsiones de Broadcom sembraran nuevas dudas sobre la sostenibilidad del actual ciclo de inversión en inteligencia artificial. El mercado pasó así de celebrar un mensaje monetario algo más benigno a centrarse de nuevo en la rentabilidad real de las grandes apuestas en IA.
Broadcom, catalizador de las ventas en tecnología
El fabricante de semiconductores Broadcom fue el principal foco de atención. Sus acciones llegaron a desplomarse cerca de un 9% tras advertir de que los márgenes futuros podrían verse presionados por el peso creciente de los sistemas de inteligencia artificial, a pesar de proyectar unos ingresos trimestrales sólidos. El mensaje fue interpretado por los inversores como una señal incómoda: el crecimiento existe, pero llega acompañado de costes elevados y retornos menos inmediatos de lo que el mercado había descontado.
El contagio al sector de semiconductores
El castigo no se limitó a Broadcom. Otros valores del sector también sufrieron ventas, con Advanced Micro Devices retrocediendo alrededor de un 1% y el índice más amplio de chips perdiendo en torno a un 1,5%. La jornada se vio además influida por el precedente inmediato de Oracle, cuyas previsiones débiles publicadas el día anterior ya habían encendido las alarmas sobre la rentabilidad del gasto en infraestructura de IA. En conjunto, el sector volvió a actuar como termómetro del apetito por riesgo del mercado.
Índices mixtos y rotación sectorial
Mientras la tecnología presionaba a la baja a los índices, el comportamiento sectorial fue desigual. A media sesión, el Dow Jones lograba mantenerse en positivo, apoyado por valores más defensivos y financieros, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq Composite cedían terreno. De hecho, nueve de los once sectores del S&P 500 mostraban avances, un dato que subraya que la corrección fue muy selectiva y concentrada en las grandes tecnológicas, cuyo peso es suficiente para arrastrar al conjunto del índice.
El debate de la burbuja de la IA vuelve al centro
Las declaraciones de analistas no tardaron en poner palabras al movimiento del mercado. David Morrison, estratega senior de Trade Nation, advirtió de que, dado que las grandes tecnológicas han liderado el avance bursátil desde finales de 2022, existe el riesgo de que se conviertan también en el detonante de una liquidación más amplia si el relato de crecimiento pierde credibilidad. El temor no es nuevo, pero episodios como el de Broadcom refuerzan la sensación de que el mercado es cada vez menos tolerante con cualquier señal de desaceleración en el retorno de las inversiones en IA.
El respaldo de la Fed sigue presente
Pese al tono más sombrío de la sesión, el contexto general sigue ofreciendo elementos de apoyo. El jueves, el S&P 500, el Dow Jones y el Russell 2000 cerraron en máximos históricos, impulsados por la decisión de la Reserva Federal de recortar los costes de endeudamiento y por una orientación menos restrictiva de lo que temían los inversores para los próximos años. Ese telón de fondo explica por qué, a pesar de las caídas puntuales, los índices se encaminan todavía a cerrar la semana con ganancias.
Nvidia y la demanda estructural como contrapeso
En medio de la corrección, Nvidia logró desmarcarse ligeramente al avanzar alrededor de un 0,3%, después de que un informe señalara que la compañía estaría evaluando un aumento de la producción de sus chips H200 para atender la fuerte demanda procedente de China. Este tipo de noticias actúa como recordatorio de que, más allá de la volatilidad a corto plazo, la demanda estructural de soluciones de computación avanzada sigue siendo elevada, lo que introduce matices en el debate sobre una posible burbuja.
Una corrección selectiva, no un cambio de ciclo
La sesión dejó claro que el mercado se encuentra en una fase de mayor exigencia. Las empresas ya no solo deben mostrar crecimiento, sino demostrar que ese crecimiento es rentable y sostenible. Las dudas sobre la inteligencia artificial no implican necesariamente un cambio de ciclo, pero sí un ajuste de expectativas. Para los inversores, el mensaje es doble: el respaldo monetario sigue ahí, pero la tolerancia al riesgo en tecnología se ha reducido, y cada resultado trimestral puede convertirse en una prueba decisiva para el relato que ha sostenido a Wall Street en los últimos años.