Los futuros de Wall Street reaccionan con cautela al giro en la política tecnológica de EE.UU.
Los futuros de Wall Street cotizaron sin cambios este martes después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, autorizara a Nvidia a exportar sus chips de inteligencia artificial H200 a “clientes aprobados” en China y otros países, a cambio de una comisión del 25% para Estados Unidos. La reacción inicial del mercado fue limitada, con el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq 100 registrándose planos en las primeras horas de negociación.
Trump autoriza las exportaciones del chip H200 de Nvidia
Los futuros de las acciones en Wall Street registraron movimientos mínimos en la mañana del martes, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que permitirá a Nvidia exportar su chip de inteligencia artificial H200 a “clientes aprobados” en China y otros mercados internacionales. El permiso llega acompañado de una condición clave: Estados Unidos recibirá un 25% de cada venta, según detalló el mandatario en una publicación en Truth Social.
Trump afirmó asimismo que el presidente chino Xi Jinping “respondió positivamente” al acuerdo, una señal que podría aliviar parcialmente la tensión tecnológica entre las dos mayores economías del mundo, aunque el impacto real del anuncio todavía debe ser evaluado por los mercados y los reguladores.
Reacción moderada en los futuros del Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100
A las 4:29 am ET, los futuros del Dow Jones, del S&P 500 y del Nasdaq 100 cotizaban prácticamente planos, reflejando un sentimiento de prudencia entre los inversores. El mercado parece estar procesando el significado estratégico del anuncio, especialmente en un momento en el que las restricciones tecnológicas se han convertido en uno de los principales puntos de fricción entre Washington y Pekín.
El par euro/dólar también mostró escasa variación, negociándose en torno a 1.16479 a las 4:28 am ET, indicando que el movimiento no generó, al menos en el corto plazo, una reacción cambiaria significativa.
Qué implica el permiso para Nvidia y para el mercado tecnológico
El chip H200 es la segunda generación más avanzada dentro del catálogo de Nvidia para inteligencia artificial, aunque queda por detrás de la serie Blackwell, destinada principalmente a clientes estadounidenses. La autorización de su venta a China supone, según analistas, un paso intermedio: permite a Nvidia mantener actividad comercial en un mercado clave, pero sin comprometer los chips más punteros utilizados para entrenar modelos de IA de última generación.
Sin embargo, el anuncio no elimina las incertidumbres. China está evaluando, según filtraciones recientes, restringir el acceso interno a los H200 mediante un proceso de licencias que obligaría a las empresas locales a justificar por qué necesitan esos chips en lugar de alternativas domésticas. Esto podría igualmente limitar el volumen de ventas reales en el país asiático.
Los inversores esperan claridad regulatoria
Aunque la autorización de Trump generó titulares, los inversores buscan ahora entender si esta apertura se mantendrá en el tiempo o si forma parte de un marco temporal sujeto a revisiones políticas. Las tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China no se han disipado: los controles a la exportación, las represalias y las limitaciones a la cadena de suministro siguen siendo factores estructurales que condicionan el comportamiento del mercado.
La reacción plana en los futuros puede interpretarse como una señal de que los operadores están adoptando una postura de espera ante posibles detalles adicionales por parte del Departamento de Comercio estadounidense o de las autoridades chinas.
Un mercado que sigue pendiente de la Fed
Más allá del anuncio sobre Nvidia, los inversores continúan centrados en la próxima decisión de política monetaria de la Reserva Federal, que podría tener un impacto mayor sobre los mercados en los próximos días. Un entorno de tipos más bajos sería un impulso para el sector tecnológico, mientras que un mensaje más restrictivo podría presionar a las valoraciones, especialmente en compañías de inteligencia artificial.
Por ahora, la sesión se perfila como una jornada de baja volatilidad y escasas apuestas direccionales, en espera de nuevos catalizadores.
