El Dow Jones abre en verde tras el fallo masivo del CME en una sesión reducida por Acción de Gracias
Las bolsas de Estados Unidos abrieron este viernes con subidas moderadas después de que CME Group recuperara la operativa tras un fallo de refrigeración en los centros de datos de CyrusOne que afectó a futuros, materias primas, divisas y otros mercados. En una jornada de horario reducido por Acción de Gracias, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq 100 se mueven en positivo, con valores como Amazon y First Solar liderando las ganancias, mientras el euro pierde terreno frente al dólar.
El rebote tras el apagón del CME
La sesión en Wall Street comenzó con una nota de alivio después del apagón técnico que obligó a suspender parte de la operativa en el ecosistema de CME Group. Un fallo en el sistema de refrigeración de los centros de datos de CyrusOne provocó una interrupción que afectó a los mercados de futuros estadounidenses, materias primas, divisas y otros activos, dejando temporalmente sin referencia a operadores de todo el mundo.
Con el comunicado de CME confirmando que los US actives, las plataformas de Electronic Broking Services (EBS) y los sistemas BrokerTec US Actives y BrokerTec EU volvían a funcionar con normalidad, los principales índices pudieron abrir con relativa calma, en un contexto especialmente sensible por el menor volumen típico del viernes posterior a Acción de Gracias.
Índices en positivo en una jornada de media sesión
A la campana de apertura, el Dow Jones Industrial Average subía en torno a un 0,12%, apoyado, entre otros, en el avance de Amazon, que ganaba alrededor de un 1,09% a las 9:30 de la mañana en Nueva York. El Nasdaq 100 arrancaba también en verde, con una subida cercana al 0,28%, mientras que el S&P 500 avanzaba alrededor de un 0,16%. En este último, destacaba el tirón de First Solar, que sumaba aproximadamente un 4,55% a las 9:31, reflejando el interés del mercado por compañías ligadas a las energías renovables.
En el Nasdaq, valores como Strategy llegaban a rebotar en torno a un 3,63% en los primeros compases de la sesión, en un movimiento que combina recolocación de carteras tras el parón técnico y el habitual comportamiento errático de una jornada con menos liquidez de lo normal.
Todo ello se produce en un día de horario acortado: Wall Street cerrará a las 13:00 horas ET, lo que en la práctica concentra la actividad en pocas horas y puede amplificar los movimientos provocados por cualquier noticia relevante que llegue al mercado.
Tecnología, liquidez y confianza tras el fallo de infraestructura
El incidente de CyrusOne vuelve a poner el foco en la dependencia tecnológica de los mercados financieros modernos. Un problema localizado en el sistema de refrigeración de un centro de datos ha sido suficiente para afectar simultáneamente a futuros, commodities, divisas y otros segmentos, obligando a operadores y mesas de trading a improvisar referencias alternativas mientras duró la interrupción.
Aunque la reanudación de la operativa en CME ha evitado males mayores, el episodio recuerda que la liquidez y la formación de precios dependen cada vez más de infraestructuras concentradas y altamente sofisticadas. Para muchos participantes del mercado, no es solo una anécdota técnica, sino una llamada de atención sobre la necesidad de reforzar redundancias y planes de contingencia para evitar que un fallo puntual pueda desatar episodios de volatilidad extrema.
El dólar se fortalece y el euro cede terreno
En el mercado de divisas, la apertura en bolsa coincide con un ligero fortalecimiento del dólar. El euro retrocede alrededor de un 0,20% y se cambia en torno a 1,15721 dólares a las 9:29 hora de Nueva York. Este movimiento encaja con un patrón clásico de sesiones en las que los índices estadounidenses abren en positivo y el mercado vuelve a centrar su atención en la política monetaria de la Reserva Federal y en la relativa fortaleza de la economía estadounidense frente a otras grandes regiones.
Con una sesión más corta de lo habitual, menor volumen y los recientes problemas técnicos aún en la memoria, los inversores afrontan el día con una mezcla de cautela y apetito por riesgo moderado. El arranque en verde da margen para el optimismo, pero cualquier sobresalto —ya sea tecnológico, macroeconómico o geopolítico— puede tener un impacto mayor de lo habitual en una jornada comprimida en apenas cuatro horas de negociación efectiva.
