Freno regulatorio: China endurece su política tecnológica justo cuando busca autonomía en IA

Nvidia, bajo presión en China: la CAC ordena cancelar pedidos de chips RTX Pro 6000D

La Cyberspace Administration of China ha instruido a empresas como Alibaba y ByteDance a detener la compra y cancelar los pedidos del nuevo chip RTX Pro 6000D de Nvidia, una medida que agudiza la tensión tecnológica entre Pekín y Washington. Jensen Huang, CEO de Nvidia, expresó su decepción, aunque admite que la compañía afronta un escenario donde la paciencia y la adaptación son clave.

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Las recientes decisiones regulatorias en China suponen un serio desafío para Nvidia y revelan nuevas dinámicas en la guerra tecnológica global. La autoridad china encargada del control en Internet, la Cyberspace Administration of China (CAC), ha ordenado que importantes empresas tecnológicas detengan los pedidos y pruebas del chip RTX Pro 6000D de Nvidia, según reportes del Financial Times y Reuters. 

Este chip, diseñado específicamente para ajustarse a las restricciones de exportación impuestas por Washington, se convierte ahora en el centro de una política más agresiva de independencia tecnológica promovida por Pekín. Se suma así al rechazo previo al chip H20, otra versión de Nvidia permitida legalmente, pero que también enfrenta recelos relacionados con preocupaciones de seguridad y dependencia extranjera. 

Desde Londres, donde participa en la visita de Estado de Donald Trump, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, definió su reacción: está “decepcionado” (“disappointed”) por la medida, aunque subrayó su disposición a mantener la calma y adaptar la estrategia. Reconoce que existen “asuntos mayores” entre Estados Unidos y China que influirán en esta coyuntura. 

Mientras tanto, los grandes actores tecnológicos chinos llevan tiempo preparando alternativas. Alibaba y Baidu ya emplean chips desarrollados localmente para entrenar algunos modelos de IA, reduciendo gradualmente su dependencia de los procesadores de Nvidia para ciertas tareas. Tencent, por su parte, ha declarado que su infraestructura de nube está adaptándose a procesadores nacionales, bajo el impulso de la política estatal que busca limitar la entrada de tecnología extranjera en sectores estratégicos.

El contexto geopolítico favorece estas presiones. Estados Unidos ha aplicado restricciones cada vez más estrictas a la exportación de chips avanzados, alegando riesgos para la seguridad nacional. China, en respuesta, ha intensificado su estrategia para fortalecer su industria de semiconductores, tanto en producción como en diseño, y promover que las grandes empresas nacionales incrementen el uso de soluciones “home-grown”.

Para Nvidia, este nuevo escenario implica desafíos múltiples: adaptación tecnológica, renegociación de exportaciones, cumplimiento regulatorio tanto en China como en EE.UU., y competencia creciente de empresas locales que ya están alcanzando niveles de rendimiento comparables en ciertos usos. La compañía deberá calibrar su estrategia comercial, legal y diplomática con suma precisión.

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