Análisis forense de imágenes térmicas de 3I/ATAS revela anomalías extraordinarias después de revisar toda la evidencia creíble y verificable
Un nuevo análisis forense de una imagen térmica del objeto interestelar 3I/ATLAS sostiene que existen anomalías estructurales, térmicas y geométricas que no encajarían con el comportamiento típico de un cometa. El periodista Samuel A. Lopez en USA Herald, describe capas concéntricas de calor, un halo inclinado que no seguiría ni al Sol ni a la trayectoria del objeto y varios puntos calientes estables, elementos que el autor considera difíciles de explicar con modelos naturales. Sobre esa base, reclama mayor transparencia y la publicación de las imágenes HiRISE de la NASA tomadas el 2 y 3 de octubre, al entender que 3I/ATLAS se ha convertido en un caso de alto interés científico.
Lopez asegura que su evaluación se ha realizado con metodología de análisis forense de evidencias, similar a la que se emplea en contextos legales, y solo sobre datos públicos “creíbles, verificados e independientes”. Sus conclusiones no representan un consenso científico, pero sí se suman a un creciente debate en torno a este visitante interestelar, al que diferentes trabajos atribuyen ya comportamientos poco usuales.
Un análisis forense de imágenes térmicas
El punto de partida del artículo es una imagen térmicamente realzada de 3I/ATLAS. Según Lopez, esta captura ha sido revisada con “criterios de prueba” para determinar si los patrones observados pueden explicarse con la física conocida de cometas o si, por el contrario, apuntan a algo que aún no se comprende.
El autor subraya que su análisis se limita a “lo que la imagen muestra y lo que la física dicta que debería estar presente, pero no está”. Bajo esa premisa, describe una serie de “hallazgos clave”, entre ellos la aparente precisión del calor en zonas donde se esperaría aleatoriedad, así como la capacidad de la estructura para mantener su forma frente a fuerzas que, en un cuerpo natural, tenderían a deformarla.
Capas concéntricas y anillos de supresión térmica
La primera anomalía destacada es la presencia de capas térmicas concéntricas alrededor del núcleo del objeto. En lugar de una dispersión caótica del calor, habitual en la desgasificación cometaria, la imagen mostraría anillos de energía “ordenados y estables”: un núcleo amarillo rodeado de bandas magenta, verde y verde oscuro, formando círculos casi perfectos.
Lopez sostiene que esta simetría resulta “profundamente anormal” para un cometa, donde lo esperable serían halos irregulares, gradientes rotos y emisiones turbulentas. A continuación, describe un segundo rasgo: una banda de supresión térmica muy fina alrededor del halo interno. En esa zona, el calor caería de manera abrupta, creando un anillo oscuro antes de intensificarse de nuevo hacia el exterior.
Según el análisis, este gradiente invertido sugeriría la existencia de una frontera estructural o energética que interrumpe el flujo de calor. El autor recalca que “ningún proceso cometario conocido” genera un anillo de supresión térmica autosostenido con tal grado de simetría.
Halo inclinado y puntos calientes estables
El estudio también se fija en el halo externo, que presentaría una deformación térmica inclinada en un eje que, según Lopez, no se alinea ni con el vector solar ni con la velocidad del objeto. En la física cometaria estándar, la dispersión del calor tiende a alargarse en direcciones previsibles: alejándose del Sol o siguiendo la trayectoria del cuerpo. En esta imagen, el halo parecería “resistir” ambas influencias, doblándose en un eje inesperado.
El autor interpreta esta independencia direccional como indicio de algún tipo de apantallamiento, contraflujo o interacción estructural aún no descrita por la ciencia. A ello suma la presencia de dos puntos calientes estables, uno sobre el núcleo y otro por debajo y a la izquierda. A diferencia de los jets naturales de un cometa, que fluctúan con la rotación y las irregularidades de la superficie, estos puntos conservarían su posición incluso cuando se comprime la escala térmica.
Su persistencia y geometría “espejada” llevan al análisis a plantearlos como emisiones estructuradas o repetitivas, más que como estallidos aleatorios de sublimación.
Un cometa sin cola térmica definida
Otro de los elementos que el artículo considera “anómalo” es precisamente lo que no aparece en la imagen. A la distancia actual de 3I/ATLAS respecto al Sol, el autor sostiene que la firma térmica debería extenderse en una cola direccional alargada, con una zona mucho más caliente en el eje opuesto al vector solar.
Sin embargo, el envoltorio térmico se mostraría redondeado y cohesivo, sin alargarse en una cola clara. En las imágenes tratadas, la realce térmico suele hacer todavía más visible este tipo de estructuras; en este caso, la ausencia de un pluma de calor direccional se presenta como otro desvío respecto a las leyes que gobiernan a los cometas en proximidad solar.
El análisis añade además la existencia de un “anillo silencioso” de baja densidad térmica alrededor del núcleo, una especie de canal vacío antes de la primera gran banda de calor. Según Lopez, este patrón ya se habría observado en otras imágenes de 3I/ATLAS, incluidas secuencias de chorros de material, donde un canal central inesperadamente vacío se abría camino en el corazón de la pluma de polvo.
Un historial de irregularidades en 3I/ATLAS
El nuevo estudio no parte de cero. Lopez recuerda que estas anomalías se suman a una serie de irregularidades previamente documentadas en 3I/ATLAS:
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Una absorción de banda estrecha en las cercanías de 1665 y 1667 MHz.
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La estabilidad rotacional de sus jets, que no se comportarían como los penachos típicos de un cometa activo.
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Un brillo inusual en el perihelio, distinto al de otros cuerpos similares.
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La ausencia de fragmentación natural esperada en ciertas condiciones.
Tomados en conjunto, estos elementos dibujan, según el autor, un objeto que “amplía de forma significativa la lista de anomalías convincentes”, hasta el punto de sostener que 3I/ATLAS “ya no es solo una curiosidad astronómica”.
Con el máximo acercamiento a la Tierra previsto para el 19 de diciembre, Lopez plantea que las próximas semanas podrían aportar nuevas firmas térmicas o de radio que ayuden a aclarar o, eventualmente, a profundizar el misterio.
Petición de transparencia y datos pendientes de la NASA
El artículo concluye con una llamada directa a la transparencia institucional. Lopez reclama que la NASA haga públicas sin más demoras las imágenes HiRISE tomadas los días 2 y 3 de octubre, a las que considera “críticas para el registro público” de este caso. A su juicio, “la ciencia no puede avanzar si se retienen datos primarios”, máxime cuando un objeto presenta una acumulación de desvíos que, en su relato, “no pueden ser descartados ni minimizados”.
Por ahora, la comunidad científica mantiene el foco en recabar más datos y contrastar hipótesis. El análisis de USA Herald se suma a un creciente interés mediático por 3I/ATLAS, pero las interpretaciones seguirán dependiendo de que se haga accesible el máximo volumen posible de información observacional. Entre la cautela académica y la presión por mayor transparencia, el objeto interestelar continúa consolidándose como uno de los casos más debatidos de la astronomía reciente.


