¡Caos en Rusia! La crisis de gasolina se extiende y limita ventas en cuatro regiones
La crisis de combustible en Rusia se agrava día a día, afectando a más de 20 regiones del país y generando una verdadera alarma social. Según KyivPost.com, las restricciones a la venta de gasolina, ya aplicadas en Crimea y la región de Chelyabinsk, se han extendido ahora a las regiones de Tyumen y Sverdlovsk. Las cadenas de gasolineras N-1 y TPK en Tyumen han limitado las ventas a 30 litros por cliente para gasolina AI-92 y AI-95, mientras que en Sverdlovsk cadenas como Lukoil, Bashneft, Tamic Energy y Varta han impuesto límites similares, e incluso han dejado de llenar bidones por completo.
A pesar de las restricciones, las empresas aseguran que no hay escasez de combustible y que la medida busca evitar compras masivas. Sin embargo, los ciudadanos denuncian que algunas estaciones se han quedado sin gasolina, y los precios comienzan a dispararse: en estaciones Tatneft, la gasolina AI-92 subió de 59,5 a 62,5 rublos por litro en apenas dos días, un incremento notable en términos rusos, aunque aún por debajo de los precios occidentales.
La causa principal de la crisis son los ataques con drones ucranianos a refinerías rusas, que han dejado fuera de servicio cerca del 40% de la capacidad de refinado del país, lo que representa la peor escasez de combustible en décadas. Desde agosto, más de dos docenas de refinerías han sido atacadas, y plantas clave como la Kinef cerca de San Petersburgo y la Ryazan de Rosneft se vieron obligadas a detener operaciones, intensificando el problema a nivel nacional.
Las medidas del Kremlin para contener la crisis incluyen la prohibición de exportaciones de gasolina hasta fin de año y la eliminación de los aranceles de importación, aunque los expertos consideran que estas acciones apenas mitigarán la escasez. Según el economista Vladislav Inozemtsev, las reparaciones podrían tardar meses, ya que las sanciones impiden a Rusia adquirir equipos occidentales y los sustitutos chinos resultan insuficientes.
Mientras tanto, los residentes se enfrentan a restricciones que van de 20 a 30 litros por vehículo, y la incertidumbre sobre la disponibilidad de combustible crece, especialmente en Crimea y el Lejano Oriente, las zonas más afectadas. La crisis no solo está golpeando el día a día de los ciudadanos, sino que también amenaza la estabilidad del mercado energético ruso en un contexto de guerra y sanciones internacionales.