Catar celebra el reconocimiento del Estado palestino por Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal mientras Riad y Francia encabezan una cumbre por la solución de dos Estados
La posición de Doha llegó a primera hora del lunes a través de la agencia estatal QNA: Catar “da la bienvenida” al reconocimiento formal del Estado palestino por parte de Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, y lo considera un hito a favor de los derechos del pueblo palestino. El mensaje fue amplificado por la diplomacia catarí en sus canales oficiales.
Riad, por su parte, aplaudió la decisión de las cuatro capitales occidentales y la vinculó a la necesidad de reactivar un camino político creíble. El Ministerio de Exteriores saudí enmarcó estos pasos como señal de “compromiso serio” con el proceso de paz y con la solución de dos Estados, invitando a otros países a sumarse.
Las decisiones de reconocimiento se sucedieron el domingo 21 de septiembre. El Reino Unido formalizó su postura mediante un comunicado de 10 Downing Street y del Foreign Office, alegando la necesidad de “proteger la viabilidad de la solución de dos Estados”. Canadá anunció lo propio en una declaración del primer ministro Mark Carney, y Australia lo oficializó en una nota conjunta del primer ministro Anthony Albanese y la ministra Penny Wong. Portugal completó el grupo con un anuncio de su ministro de Exteriores, Paulo Rangel, en la misión lusa ante la ONU.
Este giro diplomático converge con la cita de alto nivel convocada por Francia y Arabia Saudí en Nueva York para apuntalar la solución de dos Estados. Según la diplomacia francesa, la reunión da continuidad a la “Declaración de Nueva York” aprobada en julio, que fija pasos “tangibles, con plazos y irreversibles” y reclama un alto el fuego, reformas bajo la Autoridad Palestina y el despliegue de una misión internacional de estabilización autorizada por el Consejo de Seguridad. Estados Unidos e Israel boicotean la convocatoria, pero París y Riad aseguran que mantendrán el impulso.
En el plano internacional, la oleada de reconocimientos añade presión política sobre Israel, que rechazó la medida y la calificó de contraproducente, mientras Washington la tildó de “performativa”. Con todo, Londres, Ottawa, Canberra y Lisboa se alinean ahora con más de 140 Estados que ya reconocen a Palestina, en un intento de reabrir un horizonte negociador hoy muy debilitado por la guerra en Gaza y la expansión de asentamientos en Cisjordania.
En paralelo, varias capitales han condicionado el siguiente tramo a reformas concretas de la Autoridad Palestina —elecciones y exclusión de Hamás del gobierno— y a garantías de seguridad mutuas. Canadá explicitó ese marco en su comunicado, mientras Australia y Reino Unido insisten en que el reconocimiento busca “mantener viva” la opción de dos Estados y no premia a grupos designados como terroristas.