La disuasión nuclear se vuelve triangular: EEUU, Rusia y China en un mundo sin reglas

Andrew Smith expone el avance hacia una confrontación nuclear triangular entre Estados Unidos, Rusia y China, marco en el que se reactivan pruebas nucleares y se desploman antiguos acuerdos de control armamentístico, mientras surgen riesgos globales en Ucrania, Oriente Medio y Asia-Pacífico.

Miniatura del vídeo que ilustra la tensión nuclear triangular entre EEUU, Rusia y China<br>                        <br>                        <br>                        <br>
Miniatura del vídeo que ilustra la tensión nuclear triangular entre EEUU, Rusia y China

Durante las últimas décadas, la seguridad global se apoyó en tratados y regímenes que aseguraban cierto equilibrio entre las grandes potencias. Ahora, sin embargo, el escenario ha cambiado. La tradicional bipolaridad de la Guerra Fría se ha transformado en una compleja confrontación triangular donde Estados Unidos, Rusia y China juegan una partida de alto riesgo sin reglas claras ni complicidades compartidas.

La nueva arquitectura nuclear: ¿más inestable que nunca?

Andrew Smith sitúa el reciente anuncio estadounidense de reiniciar pruebas nucleares en un contexto de ruptura. Con el Tratado START próximo a expirar y la revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) a la vuelta de la esquina en 2026, la estructura sobre la que se fundaba la disuasión se tambalea.

Resulta evidente: no hay un lenguaje común ni confianza mutua. Esta triangularidad, a diferencia del antiguo esquema bipolar, es dinámica, imprevisible y compleja. Por momentos, parece que las piezas se mueven sin tablero definido y con reglas que cambian al antojo de cada jugador.

El fin del control de armas y sus consecuencias

La expiración del tratado START no solo simboliza un fin jurídico, sino también un vacío normativo que invita a la carrera armamentística y al fortalecimiento de arsenales. Esta realidad supone un peligro latente para la estabilidad mundial, donde ningún país parece dispuesto a bajar la guardia ni a pactar límites estrictos.

Cumbres y acuerdos: ¿estabilidad táctica o impasse estratégico?

En la reciente cumbre entre Trump y Xi celebrada en Corea del Sur se exhibieron gestos que, a primera vista, parecen pasos hacia la distensión: una rebaja parcial de aranceles, cierta flexibilización en semiconductores y la postergación en imponer límites sobre minerales raros.

Pero, ¿realmente estamos ante un acuerdo sólido o más bien a un pacto de mínimos? La lectura de Smith sugiere que este win-win no acaba con las tensiones, sino que las congela temporalmente. Ambas potencias protegen sus relatos y evitan daños mayores sin reparar las causas profundas de sus fricciones.

Puntos calientes y riesgos latentes para 2026

El conflicto en Ucrania suma capítulos críticos, y allí Pokrovsk emerge como un epicentro, más allá de ser sólo una ciudad: su caída podría acelerar un repliegue estratégico y abrir paso a un debate de alto el fuego que involucra difíciles concesiones.

Además, el horizonte cercano se vislumbra plagado por tres grandes focos críticos: las consecuencias en Oriente Medio tras la crisis de Gaza, la evolución del conflicto ucraniano y, en el otro extremo, la tensión en Taiwán con la Primera Cadena de Islas. Aquí, Estados Unidos debe lidiar con el complicado escenario de una política exterior condicionada por presiones internas.

La política exterior americana entre prioridades domésticas y retos globales

Mientras Washington batalla con asuntos internos, su capacidad de maniobra en el tablero internacional se ve restringida. Esta paradoja impacta directamente cómo aborda los conflictos abiertos y las alianzas en evolución.

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