Portaaviones chino despliega avión cerca de Japón en maniobras que alertan a Tokio
En un nuevo episodio de tensión en Asia-Pacífico, un grupo de combate de portaaviones chino llevó a cabo intensas operaciones aéreas cerca de Japón durante el fin de semana, mientras Tokio y Pekín se enzarzan en un cruce de reproches diplomáticos. Según informó Reuters, estos movimientos se producen después de que la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, advirtiera el mes pasado de que Japón podría responder a cualquier acción militar china contra Taiwán que amenazara su seguridad.
Maniobras del Liaoning y protesta formal de Japón
De acuerdo con las Fuerzas de Autodefensa de Japón, el portaaviones chino Liaoning realizó alrededor de 100 despegues y aterrizajes de aeronaves mientras navegaba hacia el este, adentrándose en el Pacífico y pasando frente a las islas de Okinawa. Tokio respondió convocando el domingo al embajador chino, Wu Jianghao, para presentar una protesta formal por un comportamiento que calificó de “peligroso y lamentable”.
Japón sostiene que cazas del portaaviones chino iluminaron con su radar a aviones japoneses enviados para seguir de cerca al grupo de combate. Este tipo de acción —apuntar con el radar de control de tiro— se interpreta operativamente como señal de posible ataque y obliga a las aeronaves objetivo a tomar medidas evasivas, elevando el riesgo de incidente.
Desde la embajada china en Tokio se negó tajantemente esta versión, acusando a los aviones japoneses de poner en peligro la seguridad de vuelo al aproximarse demasiado al Liaoning mientras este realizaba ejercicios junto a tres destructores lanzamisiles. “China exige solemnemente a Japón que deje de difamar y calumniar, restrinja estrictamente sus acciones en primera línea y evite que se repitan incidentes similares”, indicó la legación diplomática en un comunicado recogido por Reuters.
El secretario jefe del gabinete japonés, Minoru Kihara, rechazó las acusaciones chinas y defendió que los aparatos japoneses actuaron conforme a los procedimientos, subrayando que Japón responderá “con calma pero con firmeza” y seguirá vigilando de cerca los movimientos de las fuerzas chinas en las aguas circundantes.
🚨 JAPAN CALLS FOR AMERICA TO SHOW ITS HAND
— Jim Ferguson (@JimFergusonUK) December 8, 2025
Tokyo has just sent a message straight into Washington’s inbox:
Stand firm. Stand openly. Stand now.
Prime Minister Takaichi didn’t mumble.
She said plainly what others only whisper—
that Taiwan must be defended, and that China’s… pic.twitter.com/NRAQX3z9RB
Taiwan, restricciones y enfriamiento bilateral
El último choque se inscribe en un contexto de creciente tensión por Taiwán. China reclama la isla —democráticamente gobernada— como parte de su territorio y ha intensificado la presión militar y política sobre ella. Japón, que considera la estabilidad del estrecho de Taiwán clave para su propia seguridad, ha endurecido su discurso, lo que ha provocado reacciones inmediatas de Pekín.
Tras las declaraciones de Takaichi, el Gobierno chino recomendó a sus ciudadanos no viajar a Japón y mantuvo en pausa el levantamiento de restricciones a la importación de productos del mar japoneses, inicialmente impuestas después de que Tokio comenzara a verter al océano agua tratada procedente de la central nuclear de Fukushima.
La geografía añade más tensión: Taiwán, antigua colonia japonesa, se encuentra a apenas 110 kilómetros de la isla japonesa más occidental de la cadena de Okinawa. Además, Japón alberga la mayor concentración de poder militar estadounidense fuera de su territorio, incluidos miles de marines desplegados precisamente en Okinawa, lo que convierte a la zona en un punto extremadamente sensible en la rivalidad regional entre China y Estados Unidos.
Silencio de Washington y apoyo del embajador estadounidense
Según Reuters, ni el Departamento de Estado de Estados Unidos ni la embajada estadounidense en Tokio respondieron a las solicitudes de comentario sobre el supuesto uso de radar por parte de cazas chinos contra aviones japoneses.
El embajador de Estados Unidos en Japón, George Glass, sí ha expresado su apoyo a Tokio en la disputa con Pekín, mientras el presidente Donald Trump —que planea viajar a la capital china el próximo año para mantener conversaciones comerciales— ha optado, por ahora, por guardar silencio público sobre este incidente concreto.
Con unas relaciones sino-japonesas ya marcadas por disputas históricas, rivalidad estratégica y tensiones comerciales, estos episodios en torno al portaaviones Liaoning añaden una nueva capa de fricción a una región donde cualquier error de cálculo puede tener consecuencias de alto riesgo.