Rumanía convoca al embajador ruso en Bucarest tras incursión de drones en su espacio aéreo
La tensión entre Rumanía y Rusia dio un nuevo paso este domingo después de que Bucarest convocara al embajador ruso, Vladimir Lipaev, por la incursión de drones en su espacio aéreo durante un ataque contra Ucrania. La decisión fue anunciada por la ministra de Exteriores, Oana Toiu, quien subrayó que el objetivo del encuentro es transmitir una protesta diplomática firme.
“No esperamos lograr nada específico de esa conversación, solo comunicar muy claramente la protesta de Rumanía”, declaró Toiu en la cadena Digi24, enfatizando que la violación del espacio aéreo es considerada un acto grave e inaceptable.
El Ministerio de Defensa rumano había informado horas antes de que varios drones rusos penetraron en territorio nacional durante la jornada del sábado, mientras Moscú lanzaba una nueva ofensiva aérea contra objetivos ucranianos. Aunque no se reportaron daños materiales ni víctimas en suelo rumano, el episodio despertó inquietud por la proximidad de la frontera y la posibilidad de que el conflicto se extienda más allá de Ucrania.
Condena a las “acciones irresponsables” de Moscú
El gobierno de Bucarest condenó las acciones rusas como “irresponsables” y exigió respeto a la soberanía y la integridad territorial de Rumanía, miembro de la Unión Europea y de la OTAN. El incidente no es el primero: en los últimos meses se han registrado varios casos similares, algunos con restos de drones encontrados en suelo rumano, lo que ha generado preocupación sobre la seguridad de las poblaciones fronterizas.
La ministra Toiu recordó que Rumanía mantiene un contacto constante con sus aliados y que la situación ha sido comunicada tanto a Bruselas como a la sede de la OTAN en Bruselas. Bucarest considera que este tipo de episodios representan un riesgo directo no solo para su seguridad nacional, sino también para la estabilidad regional.
El dilema de la escalada
La presencia de drones rusos en territorio de un país aliado plantea un desafío delicado para la OTAN. Aunque la Alianza Atlántica ha evitado hasta ahora una respuesta militar directa, cada nueva violación del espacio aéreo aumenta el riesgo de una escalada no deseada. En este sentido, la convocatoria del embajador ruso busca enviar una señal de firmeza sin dar pasos que puedan interpretarse como provocación.
Desde Moscú, las autoridades no han emitido aún una respuesta oficial al anuncio de Bucarest. En episodios anteriores, Rusia ha negado la intención de vulnerar el espacio aéreo rumano y ha insistido en que sus ataques están dirigidos exclusivamente contra objetivos militares en Ucrania.
Un contexto de creciente tensión
El episodio se produce en paralelo a otros incidentes similares en la región. En las últimas semanas, Polonia también denunció la entrada de drones rusos en su territorio, lo que llevó a Varsovia a invocar el Artículo 4 de la OTAN y a reforzar su dispositivo aéreo. Estos hechos, sumados a la actividad en los países bálticos, dibujan un patrón de riesgo creciente en el flanco oriental de la Alianza.
Para Rumanía, la situación reviste especial gravedad por su papel estratégico como vecino de Ucrania y punto de apoyo logístico para el envío de ayuda militar y humanitaria. El país ha reforzado su defensa aérea y coopera estrechamente con Estados Unidos y otros aliados europeos para vigilar el espacio aéreo en la región del mar Negro.
Una protesta con mensaje político
La convocatoria del embajador ruso no busca, según el gobierno rumano, un resultado concreto, sino reafirmar que Bucarest no tolerará este tipo de violaciones. El gesto diplomático se interpreta como una manera de dejar constancia, en foros internacionales, de la presión que Rusia ejerce sobre los países limítrofes a Ucrania.
Con este nuevo incidente, el equilibrio en el este de Europa vuelve a tambalearse. La guerra en Ucrania sigue proyectando sus efectos más allá de sus fronteras y, aunque la OTAN insiste en que defenderá cada centímetro del territorio aliado, la línea entre la contención y la escalada se vuelve cada vez más delgada.