Las bolsas europeas caen por la inflación y el repunte de la deuda británica
Las principales bolsas europeas cerraron este viernes con descensos generalizados mientras los inversores digerían los últimos datos de inflación en Francia y España, junto a un fuerte repunte en las rentabilidades de la deuda pública del Reino Unido. El DAX alemán cedió un 0,69%, el CAC 40 francés retrocedió un 0,76%, el Euro Stoxx 50 se dejó un 0,86% y el FTSE 100 londinense cayó un acusado 1,11%. El movimiento en renta variable llegó acompañado de un euro y una libra más débiles frente al dólar, en un contexto de creciente incertidumbre sobre la política fiscal y la trayectoria de la inflación en la región.
Los movimientos se produjeron después de conocerse nuevas lecturas de inflación en las principales economías de la eurozona y de que la prensa británica informara de que la canciller de Hacienda Rachel Reeves planea descartar una subida del impuesto sobre la renta en los próximos Presupuestos de Otoño, lo que impulsó al alza los rendimientos de los gilts. A las 17:35 CET, el euro se cambiaba a 1,16184 dólares y la libra a 1,31566 dólares, con caídas diarias frente al billete verde.
Caídas en los índices
El tono fue claramente negativo en los principales índices del continente. El DAX de Fráncfort terminó la sesión con un descenso del 0,69%, reflejando ventas en sectores sensibles a los tipos de interés y a las perspectivas de crecimiento.
En París, el CAC 40 perdió un 0,76%, mientras que el paneuropeo Euro Stoxx 50 se dejó un 0,86%, reforzando la percepción de una corrección coordinada en las grandes plazas de la eurozona. Londres destacó por su peor comportamiento relativo: el FTSE 100 cayó un 1,11%, lastrado por la presión sobre la deuda soberana británica y la reacción de los inversores a los posibles cambios fiscales.
Presión de la inflación
Los últimos datos de inflación conocidos en Francia y España mantuvieron la presión sobre el mercado, al alimentar el debate sobre si el proceso de desinflación en la zona euro se está frenando. Las cifras, aunque en línea con las previsiones en algunos componentes, siguen por encima de los niveles considerados cómodos para los bancos centrales.
Para los inversores, unas tasas de inflación todavía elevadas implican el riesgo de que la política monetaria restrictiva se prolongue más tiempo del previsto. Este escenario complica la valoración de activos de renta variable y añade volatilidad a sectores como el financiero, el inmobiliario y el consumo, especialmente expuestos al coste de financiación y a la confianza de los hogares, muy ligada a la evolución de los precios.
Giros en Reino Unido
El foco de la jornada también se situó en el Reino Unido, donde los rendimientos de los gilts repuntaron con fuerza tras las informaciones que apuntan a que la canciller Rachel Reeves descartará finalmente una subida del impuesto sobre la renta en los Presupuestos de Otoño. La expectativa de menores ingresos fiscales a futuro puede traducirse, según los analistas, en una mayor necesidad de emisión de deuda, lo que presiona al alza las rentabilidades.
Este encarecimiento de la financiación soberana se trasladó al conjunto del mercado británico, con impacto en el sector bancario, las utilities y las compañías muy apalancadas. La combinación de incertidumbre fiscal y tipos de interés elevados penalizó especialmente al FTSE 100, que se convirtió en el índice con peor comportamiento entre las grandes referencias europeas.
Reacción en divisas
En el mercado de divisas, tanto el euro como la libra esterlina perdieron terreno frente al dólar estadounidense. A las 17:35 CET, la moneda única retrocedía un 0,12%, hasta los 1,16184 dólares, mientras que la libra caía un 0,22%, hasta los 1,31566 dólares.
El fortalecimiento del billete verde responde, en parte, a la búsqueda de refugio ante la mayor volatilidad en los mercados de renta variable y de deuda, así como a la percepción de que la economía estadounidense mantiene un mayor dinamismo relativo. Para las empresas europeas, un euro más débil puede ofrecer cierto apoyo a las exportaciones, pero también encarece las importaciones de energía y materias primas, un factor clave en el debate sobre la inflación en la eurozona.
Contexto para el inversor
La sesión deja a los inversores frente a un escenario complejo, en el que confluyen varios vectores de riesgo: inflación persistente, políticas fiscales en revisión y un entorno de tipos de interés altos durante más tiempo. La respuesta del mercado en Europa refleja la sensibilidad de los activos de riesgo a cualquier señal que altere las expectativas sobre el coste de financiación o la capacidad de los gobiernos para sostener sus programas de gasto.
En este contexto, los gestores apuntan a la necesidad de una mayor selectividad sectorial y geográfica dentro de las carteras, vigilando de cerca la evolución de los datos macroeconómicos y las decisiones de política económica en Londres y en las principales capitales de la eurozona. El cierre de hoy refuerza la idea de que la fase de normalización tras el pico de inflación está lejos de completarse y que cualquier sorpresa en precios o en fiscalidad puede seguir provocando sesiones de clara aversión al riesgo en los parqués europeos.