El Dow Jones abre con un rebote de unos 280 puntos tras un IPC más suave y menor presión en el empleo
Wall Street arrancó la sesión del jueves al alza después de que el IPC de noviembre sorprendiera a la baja y las peticiones semanales de subsidio por desempleo confirmaran un mercado laboral todavía resistente. El foco vuelve a la Reserva Federal: no es solo lo que digan los datos, sino cuánto confía el mercado en ellos tras las distorsiones del cierre del Gobierno.
El dato que cambia el tono: inflación al 2,7% y un IPC “a dos meses”
El catalizador de la apertura fue el informe del Consumer Price Index (CPI). Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el IPC de noviembre dejó una inflación interanual del 2,7%. La cifra llega con una particularidad clave para el mercado: el índice general subió un 0,2% (ajustado estacionalmente) en el tramo de dos meses que va de septiembre a noviembre, porque no se recogieron datos de octubre debido a una falta de financiación (lapse in appropriations). En otras palabras: el mercado recibe una señal de desinflación, pero con un “asterisco” estadístico.
Empleo: menos solicitudes de paro, pero sin euforia
En paralelo, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo bajaron en 13.000 hasta 224.000 en la semana finalizada el 13 de diciembre. El dato es coherente con un escenario de enfriamiento gradual, no de deterioro abrupto: suficiente para sostener el crecimiento, pero también para mantener viva la expectativa de que la Fed aún tenga margen para recortar tipos si la inflación sigue cediendo.
La reacción inmediata: suben los índices y vuelve la narrativa de recortes
Con ese telón de fondo, los compradores regresaron a la apertura. El Dow Jones avanzó en torno al 0,6% en los primeros compases (equivalente a unos 280 puntos si se toma como referencia el cierre previo), mientras el S&P 500 y el Nasdaq 100 lideraban las subidas con mayor tracción de tecnología. La lectura del mercado fue directa: un IPC más suave reaviva la tesis de que la Fed podrá bajar tipos antes y/o más de lo que venía descontándose.
El “pero” que no desaparece: ¿cuánto vale un dato con distorsiones?
La parte delicada es la credibilidad estadística. La ausencia de octubre fuerza estimaciones y empalmes que elevan el riesgo de revisiones. Medios financieros han subrayado que el shock de inflación “mejor de lo esperado” podría estar parcialmente influido por esa disrupción de recogida de datos. Para Wall Street, esto abre un escenario incómodo: el mercado quiere comprar la historia de desinflación, pero necesita confirmación en próximas lecturas para que la narrativa sea sostenible.
Qué vigilar hoy
Más allá del primer impulso, la sesión suele pivotar sobre dos fuerzas: (1) si los inversores consolidan la apuesta por recortes sin que repunten rendimientos, y (2) si el rally se concentra en “mega caps” o se extiende al mercado en general. Con un IPC condicionado por la falta de datos de octubre, la clave no es solo el titular del 2,7%, sino la continuidad: el mercado necesita una segunda prueba para convertir la apertura alcista en tendencia.