El Dow Jones remonta 100 puntos y Wall Street se dispara mientras la Fed se prepara para recortar tipos de interés

En una sesión tranquila pero clave para el sentimiento del mercado, Wall Street cerró la semana con ligeras subidas, sostenido por datos macroeconómicos que refuerzan la expectativa de que la Reserva Federal recorte tipos de interés la próxima semana. No hubo fuegos artificiales, pero sí algo que a los inversores les gusta casi igual: la sensación de que el guion previsto sigue intacto.

La Fed, en el centro del tablero

Tras el parón estadístico provocado por los 43 días de cierre del gobierno estadounidense, los mercados siguen digiriendo datos retrasados que van despejando el panorama. Las cifras conocidas este viernes apuntan a una economía que se enfría, pero no se rompe, y a una inflación que se mantiene bajo control relativo.

• El gasto del consumidor, responsable de más de dos tercios de la actividad económica de EE. UU., subió un 0,3% en septiembre, en línea con lo esperado, después de un agosto revisado a la baja al 0,5%.

• El índice de precios del gasto en consumo personal (PCE) –el barómetro favorito de la Fed para medir la inflación– también aumentó un 0,3% mensual, quedando en un 2,8% interanual, apenas una décima por encima del dato anterior.

• El sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan repuntó hasta 53,3 puntos, superando la previsión de 52, lo que sugiere que, pese a la incertidumbre, las expectativas inflacionarias empiezan a calmarse.

Con estos datos sobre la mesa, los futuros siguen apostando fuerte por una bajada de tipos: el mercado descuenta alrededor de un 87% de probabilidades de que la Fed recorte 25 puntos básicos en su reunión de este mes. Eso sí, se espera una reunión con varios votos disidentes, reflejando la tensión interna entre el miedo a recortar demasiado pronto y el riesgo de estrangular la economía si se mantiene una política excesivamente restrictiva.

Como resumía un gestor en Wall Street, el verdadero partido no será solo el recorte en sí, sino el mensaje posterior: ¿habrá pistas sobre nuevos recortes en 2026 o se tratará de un movimiento más aislado?

Índices en verde y segunda semana de avance

Con este contexto, los principales índices cerraron en positivo, aunque lejos de una euforia desatada:

• Dow Jones: +0,22% hasta 47.954,99 puntos (unos 104 puntos al alza)

• S&P 500: +0,19% hasta 6.870,40 puntos

• Nasdaq Composite: +0,31% hasta 23.578,13 puntos

En el cómputo semanal, los tres grandes índices encadenaron su segunda semana consecutiva de ganancias:

• S&P 500: +0,31%

• Nasdaq: +0,91%

• Dow Jones: +0,5%

El S&P 500 se mantiene a apenas un 1% de sus máximos históricos, mientras que algunas áreas del mercado empiezan a mostrar más dinamismo que las grandes tecnológicas clásicas.

Pequeñas compañías y valores “cutre-buenos” se despiertan

Uno de los movimientos más interesantes viene de la mano de las small caps. El Russell 2000, índice de pequeñas empresas, sumó 0,8% en la semana, después de un espectacular +5,5% la anterior. La explicación es clara: si bajan los tipos, los negocios más endeudados y sensibles al coste de financiación son los que más margen de mejora tienen.

Gestores como Jed Ellerbroek lo sintetizan con cierta ironía:

“Los valores de peor calidad, no rentables y muy apalancados han sido los que mejor lo han hecho. Es un clásico de fases en las que el mercado ve los tipos a la baja.”

En paralelo, el Dow Jones Transportation Average, que agrupa desde aerolíneas hasta empresas de camiones y ferrocarriles, ha subido un 3,6% en la semana, reflejando que los sectores más ligados al ciclo económico se posicionan para un escenario de relajación monetaria.

Sectores y grandes movimientos corporativos

Por sectores, el protagonista del día fue comunicación y medios, con el sector de communication services del S&P 500 cerrando la sesión como el mejor del índice, con una subida cercana al 1% y máximo histórico de cierre.

El foco de atención corporativa se lo llevó un auténtico terremoto mediático:

• Netflix acordó la compra de los estudios de cine y TV y la división de streaming de Warner Bros Discovery por 72.000 millones de dólares, tras una intensa guerra de ofertas.

• Warner Bros Discovery se disparó un 6,3% al calor del acuerdo.

• En cambio, Netflix cayó un 2,9%, reflejando el clásico miedo del mercado a las grandes adquisiciones (integración, deuda, y dudas sobre el retorno a largo plazo).

• Paramount Skydance, otro actor en la puja, se desplomó un 9,8%.

En otros segmentos:

• Ulta Beauty fue una de las estrellas de la sesión: sus acciones se dispararon un 12,7% tras elevar sus previsiones de ventas y beneficios anuales.

• El sector salud dentro del S&P 500 retrocedió, después de que un grupo de asesores en vacunas tumbara la recomendación histórica de aplicar la vacuna de hepatitis B a todos los recién nacidos en EE. UU., un cambio que generó inquietud sobre la demanda futura.

A nivel de amplitud de mercado, el S&P 500 registró 33 nuevos máximos de 52 semanas frente a solo 7 mínimos, mientras que el Nasdaq sumó 116 máximos frente a 61 mínimos, reflejando un tono general más constructivo que pesimista, aunque sin un consenso abrumador.

Volumen, contexto y lo que viene

El volumen negociado en las bolsas estadounidenses rozó los 16.200 millones de acciones, algo por debajo de la media de las últimas 20 sesiones (17.720 millones), una señal de que muchos inversores prefirieron no hacer grandes apuestas justo antes de la reunión de la Fed.

En resumen, el panorama es este:

• La inflación, medida por el PCE, se mantiene en niveles que permiten a la Fed justificar un recorte.

• El consumo sigue vivo, aunque sin excesos.

• La confianza del consumidor mejora ligeramente.

• El mercado da por hecho que el próximo movimiento de la Fed será bajista en tipos, pero el verdadero impacto dependerá del tono del comunicado y de la guía sobre 2026.

La próxima semana será, por tanto, menos una cuestión de números y más de mensaje y narrativa. Wall Street ha llegado a las puertas de la decisión con calma tensa y ligeras ganancias. Lo que la Fed diga –y cómo lo diga– determinará si estas subidas son el preludio de un nuevo tramo alcista… o el último suspiro antes de una corrección.