La agencia rebaja la nota soberana del país a A+/A-1 y advierte de una lenta consolidación fiscal y un consenso político debilitado

S&P recorta la calificación crediticia de Francia: alerta por deuda y crisis política

La calificadora S&P Global Ratings ha recortado la calificación crediticia de Francia, citando el aumento de la deuda pública y la falta de consenso político para aplicar medidas de ajuste fiscal. La nueva nota pasa de AA-/A-1+ a A+/A-1, con una perspectiva estable, pero con advertencias sobre el futuro económico del país.

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EPA/TERESA SUAREZ

Francia ha recibido un duro golpe a su credibilidad financiera. La agencia S&P Global Ratings anunció este viernes una rebaja en la calificación crediticia soberana del país, tanto en moneda local como extranjera, de AA-/A-1+ a A+/A-1, señalando que la economía francesa enfrenta una combinación peligrosa de endeudamiento creciente y bloqueo político.

Según el informe de la agencia, la perspectiva se mantiene “estable”, aunque con claros riesgos a la baja. S&P justificó su decisión alegando que el gobierno francés enfrenta dificultades para avanzar en la consolidación presupuestaria, en un contexto de escaso consenso político y tensiones sociales que limitan su capacidad de aplicar recortes o reformas estructurales.

“La calificación refleja el equilibrio entre la creciente deuda pública y la débil cohesión política frente a las fortalezas crediticias del país, como su economía diversificada, su alto nivel de ahorro privado y su pertenencia a la zona euro”, señaló el comunicado.

La agencia prevé que Francia logre cumplir su objetivo de déficit público del 5,4% del PIB este año, pero advierte que la falta de medidas adicionales para reducir el déficit podría ralentizar la consolidación fiscal en los próximos años. “Creemos que, en ausencia de reformas significativas, el proceso de ajuste presupuestario será más lento de lo previsto”, alertó S&P.

Además, la calificadora subrayó que la aprobación del presupuesto para 2026 sería clave para recuperar confianza y definir una trayectoria más clara hacia la sostenibilidad fiscal. Sin embargo, el actual contexto político francés —marcado por divisiones en la Asamblea Nacional y protestas sociales recurrentes— amenaza con obstaculizar esa meta.

La rebaja llega en un momento de mayor presión sobre los países de la zona euro para contener sus déficits y estabilizar sus cuentas públicas, especialmente tras el aumento del gasto derivado de la inflación, la crisis energética y los programas de apoyo social postpandemia.

El recorte de la calificación crediticia de Francia por parte de S&P envía una señal de advertencia a los mercados europeos. Aunque la agencia mantiene una perspectiva estable, la falta de avances fiscales y la tensión política interna podrían poner en riesgo la estabilidad económica del país en los próximos años. París se enfrenta ahora a la difícil tarea de recuperar la confianza de los inversores sin sacrificar la cohesión social.

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