El ETF del Dow Jones marca máximos históricos mientras la tecnología se hunde y Wall Street gira hacia salud, energía y finanzas
El ETF DIA, que replica al Dow Jones Industrial Average, está tocando nuevos máximos históricos en una sesión marcada por el retroceso de las grandes tecnológicas. La rotación hacia sectores de valor —liderados por salud, energía y finanzas— se intensifica mientras los inversores digieren la reapertura del Gobierno estadounidense, datos económicos atrasados y expectativas más bajas de una próxima bajada de tipos por parte de la Reserva Federal.
Wall Street inicia la jornada con un movimiento que confirma un cambio que venía gestándose desde hace semanas: el dinero está saliendo de la tecnología y está entrando en sectores tradicionales con múltiplos más razonables. Mientras el Nasdaq cae más de un 1,7 % y el S&P 500 retrocede cerca de un 0,8 %, el ETF DIA —que replica al Dow Jones— sigue escalando hasta nuevos máximos históricos impulsado por compañías de salud, energía y finanzas que están reclamando el protagonismo del mercado.
La reapertura del Gobierno federal tras el cierre más largo de la historia en EE.UU. ha generado un cóctel de expectativas e incertidumbre. Se espera una avalancha de datos económicos retrasados por los 43 días de paralización, pero la Casa Blanca ya ha admitido que algunas cifras, como la tasa de desempleo de octubre, podrían no llegar nunca. Este vacío estadístico inquieta a los inversores justo cuando las señales sobre la política monetaria vuelven a ponerse en duda.
La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, señaló que se mantiene “abierta” a un recorte de tipos en diciembre, pero las probabilidades del mercado cuentan otra historia: solo un 53 % de posibilidades, frente al 95 % de hace un mes. El mensaje de fondo es claro: la Reserva Federal no asegura una flexibilización inmediata, sobre todo ante la falta de visibilidad económica tras el shutdown.
Todo esto repercute directamente en la tecnología, el sector más sensible a los tipos de interés. Empresas como Nvidia, Palantir y otros nombres asociados al boom de la inteligencia artificial acumulan caídas superiores al 2 %, castigadas por la percepción de valoraciones excesivamente exigentes. A esto se suman señales de agotamiento tras meses de subidas impulsadas por expectativas sobre el hardware, los chips y la expansión de la IA generativa.
Mientras tanto, el valor está ganando terreno de forma consistente. El índice S&P 500 Value se mantiene plano en esta sesión, mientras que el índice Growth cae aproximadamente un 1 %. El cambio de narrativa se intensifica: los inversores buscan visibilidad, estabilidad y sectores poco expuestos a burbujas especulativas.
En este contexto, el Dow Jones emerge como el gran beneficiado. Empresas como JPMorgan, Goldman Sachs, UnitedHealth, Johnson & Johnson, Chevron y ExxonMobil lideran el impulso del índice. Estos sectores, tradicionalmente defensivos o cíclicos, ofrecen equilibrio en un entorno donde la macroeconomía está marcada por incertidumbres y la política monetaria no da señales claras.
El sector salud se posiciona como uno de los ganadores de la jornada. La naturaleza estable de sus ingresos y su menor dependencia del ciclo económico lo convierten en un refugio atractivo en tiempos de volatilidad. Por su parte, la energía se beneficia de una subida cercana al 1 % en el precio del crudo, impulsado por tensiones geopolíticas y expectativas de mayor demanda global.
El sector financiero también destaca: los bancos se ven favorecidos por el repunte del rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que sube hasta el 4,11 %. Este movimiento mejora los márgenes de interés de las entidades financieras y es otro de los motores del rally del Dow Jones.
Europa tampoco escapa a la tendencia: el Euro Stoxx 600 cae alrededor de un 0,3 %, reflejando un sentimiento global más cauteloso. En el mercado de divisas el dólar retrocede, mientras el oro cede terreno y el bitcoin se mantiene plano.
El panorama general sugiere que los inversores están ajustando su estrategia a un entorno más complejo, donde la tecnología ya no es la apuesta infalible y la rotación hacia sectores tradicionales marca el nuevo ritmo del mercado. El récord del ETF DIA sintetiza este giro: menos “growth”, más “value”, un reequilibrio que podría mantenerse si la Fed continúa sembrando dudas y los datos económicos llegan con una lectura poco favorable.
